En el inicio de clases, marcado por una menor matrícula en centros de educación inicial y primaria, el colectivo Familias Organizadas de la Escuela Pública (FOEP) sostiene que hubo varias dificultades relacionadas con las inscripciones y con la organización de los grupos, que llevaron que algunos centros educativos no estén funcionando de manera adecuada en los primeros días de clase.

En diálogo con la diaria, Olga Fernández, integrante del colectivo, señaló que las inscripciones digitales a los centros educativos, que se implementaron por primera vez de cara a 2025, presentaron varios problemas en su implementación. Especificó que los problemas que se habían producido en diciembre con dicho sistema “volvieron a ocurrir” en la ventana de inscripciones que la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) habilitó en febrero para escuelas y jardines.

Acerca de los principales inconvenientes, Fernández dijo que “la asignación de escuelas no fue congruente con las solicitudes que hicieron las familias”, algo que reconoció públicamente la directora general de Educación Inicial y Primaria, Olga de las Heras, quien dijo que no se pudo cumplir con la alta demanda de inscripciones para tiempo completo. Al respecto, Fernández entendió que no sólo debe atenderse la demanda para centros de tiempo completo, sino también para escuelas de tiempo común, que también son requeridas por muchas familias.

De todas formas, la integrante de FOEP señaló que ese no fue el único inconveniente y, por ejemplo, existieron problemas con la inscripción de niños que tienen hermanos en el sistema. Según reglamentaciones de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP), se dispone que al momento de la inscripción en un centro educativo tengan prioridad los niños que tienen un hermano ya anotado en la misma escuela o jardín, pero este año “sucedió mucho que les tocó a hermanos en escuelas diferentes”, lamentó Fernández.

Desde la organización consideran que, en materia de la asignación de escuelas, “la aplicación del criterio de territorialidad no está claro”. “Claramente no se aplica un criterio de territorialidad y, más allá de que se habla de que hay menos inscripciones en estos años producto de la baja natalidad, seguimos encontrando algunos grupos con superpoblación y otras escuelas con menos niños”, dijo Fernández. De hecho, De las Heras informó que la mayor superpoblación se da en escuelas de tiempo completo y que en otros centros se crearon grupos con menos de 17 niños, número necesario para abrir grupos en escuelas públicas, que se ha flexibilizado desde el año pasado.

Respecto de la superpoblación de grupos, la integrante de FOEP aseguró que también hay que tener en cuenta la capacidad que permite cada salón. En ese sentido, sostuvo que, por ejemplo, no puede haber más niños en las aulas que tienen capacidad para 20 estudiantes; “en algunos casos tenemos aulas en las que las mesas están apretadas y no hay lugar para pasar entre ellas”, ilustró. Fernández afirmó que la experiencia de la pandemia demostró la importancia de los grupos reducidos, y entienden que una sola maestra no debería trabajar con más de 25 niños.

Por su parte, desde FOEP siempre “reivindican la presencialidad” y “no perder tiempo de clases”, por lo que entienden que el inicio del año lectivo no debería ser “tan tardío” como suele ser en Uruguay. En ese sentido, planteó que, por ejemplo, este año las clases debieron haber comenzado antes de la Semana de Carnaval.

FOEP espera que con cambio de autoridades se recuperen canales de diálogo con autoridades y que escuelas ganen autonomía en la gestión

A lo largo de los cinco años de gobierno de la coalición multicolor, FOEP ha planteado que los espacios de diálogo con colectivos organizados del sistema educativo no fueron suficientes ni adecuados. Consultada sobre las expectativas de la organización de cara al próximo cambio de autoridades en la ANEP, que se concretará una vez que el Poder Ejecutivo envíe las venias y el Parlamento las apruebe, Fernández respondió que, “gobierne quien gobierne, FOEP va a apostar al diálogo”.

En ese sentido, dijo que en los últimos cinco años tuvieron “los puentes de diálogo cortados”. Además, planteó que “cada vez que se presentaba un problema en alguna escuela hubo que recurrir directamente a la inspección departamental o a la DGEIP para hacer los reclamos”. Por tanto, valoró que constataron que “no era tal” la autonomía de los centros educativos que pregonaban las autoridades a nivel discursivo.

“Con las nuevas autoridades esperamos que sea posible retomar el diálogo y, por lo menos, con las expresiones que han manifestado en relación con la participación, nos parece que el diálogo va a existir”, dijo. De todas formas, la integrante del colectivo consideró que aún resta por confirmar si en el actual gobierno habrá voluntad de “restablecer las autonomías y que la participación de las comunidades educativas sea real”. Al respecto, reclamó que “los consejos de participación sean una realidad y no solamente una expresión en la ley de educación”, por lo que sostuvo la necesidad de “que haya un compromiso presupuestal que garantice el funcionamiento”.

De todas formas, Fernández consideró “llamativo” el planteo de la directora de Educación Inicial y Primaria designada, Gabriela Salsamendi, respecto de que una de las vías posibles para mejorar la asistencia de niños a las escuelas sea “tocar las Asignaciones Familiares”. Desde FOEP siempre se promovió “la importancia de ir a la escuela” porque lo consideran un derecho de los niños y “defienden los derechos de los chiquilines”. En ese sentido, consideran que el Estado debe garantizar que “ese derecho sea usufructuado”, planteó Fernández. No obstante, aseguró que el colectivo “nunca promovió que la forma de garantizar el derecho de ir a la escuela sea a través de eliminar otros derechos”, como el cobro de Asignaciones Familiares.

La integrante del colectivo recordó que el gobierno anterior “trató de plantear eso y, además, implementó otros elementos coercitivos: por ejemplo, en algún momento, durante la pandemia, instruyeron a las escuelas a retirar el derecho de asistencia al comedor escolar a los niños que faltaban más de tres veces”, sostuvo. “Cuando los niños faltan hay que conocer la razón, acercarse a las familias y apoyarlas. Vamos a apostar al diálogo siempre, pero siempre también defendiendo los derechos de los niños y las niñas”, concluyó Fernández.