Las toallitas, los tampones y las copas menstruales son artículos de primera necesidad y no de lujo. Con esa premisa como bandera, Reino Unido eliminó la tasa de 5% de IVA sobre los productos de gestión menstrual, conocido en el país como tampon tax (“impuesto a los tampones”). El gobierno británico explicó que fue posible adoptar la medida luego de que se concretara el brexit el 31 de diciembre, lo cual habilitó al país a no aplicar la ley de la Unión Europea que exige el IVA sobre los productos de higiene.

“Estoy orgulloso de que cumplamos hoy nuestra promesa de eliminar el impuesto a los tampones. Los productos sanitarios son esenciales”, dijo el ministro de Finanzas de Reino Unido, Rishi Sunak, en un comunicado publicado el 1º de enero. El año pasado, el gobierno ya había aprobado la distribución gratuita de estos artículos en escuelas y liceos públicos. La idea era dar un paso más para revertir la llamada “pobreza del período menstrual”. “Ya hemos conseguido que estos productos sean gratuitos en escuelas y hospitales, y nuestro compromiso es ir un paso más allá y hacer que sean accesibles para todas las mujeres”, aseguró Sunak en esa línea.

Organizaciones feministas británicas trabajan desde hace años para erradicar un impuesto que, a su entender, profundiza las brechas de género. “Ha sido un largo camino para llegar a este punto, pero por fin el impuesto sexista que hizo que los productos sanitarios se clasificaran como artículos de lujo no esenciales se puede consignar en los libros de historia”, celebró Felicia Willow, directora ejecutiva de la organización británica Fawcett Society, dedicada a la defensa de los derechos de las mujeres y la igualdad de género.

Escocia se convirtió en noviembre en el primer país del mundo en permitir el acceso gratuito y universal a productos para la menstruación, con la esperanza de transformarse en un ejemplo a seguir para otros.

En el resto del mundo, son pocos los países que eliminaron el “impuesto a los tampones”, como Australia, Canadá, India y Kenia. En Estados Unidos no existe una medida de alcance nacional, pero algunos estados como Nevada y Ohio han aprobado leyes para eliminar el IVA en estos artículos. Por su parte, Alemania redujo el año pasado de 19% a 7% la tasa impositiva en estos productos -después de una ley aprobada en 2019-, para equipararlos al resto de los productos de primera necesidad.

También en América Latina hay proyectos de ley que apuntan a la accesibilidad de estos productos. En Uruguay, la diputada María Eugenia Roselló, del Partido Colorado, presentó una iniciativa que busca crear una “canasta higiénica menstrual” para las personas beneficiarias de la Tarjeta Uruguay Social del Ministerio de Desarrollo Social. En Argentina, en tanto, hay 19 proyectos vinculados a la gestión menstrual que esperan para ser debatidos en el Congreso, según se informó durante el Primer Foro de Acciones para Alcanzar la Justicia Menstrual, celebrado en diciembre.