En un discurso muy parecido al que escuchamos esta semana por parte de su nuevo par estadounidense, el presidente de Argentina, Javier Milei, dedicó este jueves gran parte de su intervención en el Foro Económico de Davos a atacar la diversidad sexual y el feminismo. Lo hizo en base a inexactitudes, tergiversación de la información y mentiras.

El objetivo de su intervención, que duró media hora, fue atacar la “ideología woke”, que, según dijo, es la base de “la nefasta ideología de género” y “la siniestra, injusta y aberrante idea de la justicia social”.

El mandatario señaló que “el feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad” y que, “aun en su versión más benévola, es redundante, ya que la igualdad ante la ley ya existe en Occidente”. “Todo lo demás es búsqueda de privilegios, que es lo que el feminismo radical realmente pretende, poniendo a una mitad de la población en contra de la otra, cuando deberían estar del mismo lado”, apuntó.

El libertario también cuestionó que “muchos países supuestamente civilizados” hayan “normalizado” que “si uno mata a la mujer se llama femicidio”, y criticó que “eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre, sólo por el sexo de la víctima”. A su entender, eso significa “legalizar, de hecho, que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”.

Su discurso coincide con las acciones que implementó durante su primer año de mandato para desmantelar la mayoría de los programas que apuntaban a ayudar a víctimas de violencia de género, como el Acompañar y los servicios de atención telefónica. Todo esto en un país donde los femicidios aumentan: entre el 1° de enero y el 31 de octubre de 2023 hubo 243 femicidios en Argentina, mientras que se registraron 275 en el mismo período de 2024, según el conteo que realiza la organización La Casa del Encuentro.

En lo que ya se volvió un clásico, el presidente también volvió a criticar la “agenda sanguinaria y asesina del aborto”.

Por otro lado, Milei dijo que el feminismo “enarbola la bandera de la brecha salarial de género”, pero que, si “uno mira los datos, es evidente que no hay desigualdad para una misma tarea, sino que la mayoría de los hombres tienden a profesiones mejor pagas que la mayoría de las mujeres”.

No es la primera vez que el líder de La Libertad Avanza niega la brecha salarial de género. Sin embargo, las cifras oficiales lo contradicen: el último dato de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género (del Ministerio de Economía), que es de marzo de 2023, muestra que la diferencia de salarios entre mujeres y hombres en Argentina es de 27,7%. Ese porcentaje no se modificó demasiado en los últimos ocho años, como muestran las estadísticas públicas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.

El ataque contra la diversidad sexual

Después de arremeter contra el feminismo y los derechos de las mujeres, Milei se centró en la población LGBTI+. Dijo que el “wokismo” instala la “doctrina de la diversidad”, una “agenda” que busca “imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres sólo si así se autoperciben y nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo o cuando un preso alega ser mujer y termina violando a cuanta mujer se le cruce por delante en la prisión”.

Seguido de eso, utilizó el caso de una pareja de homosexuales que el mes pasado fueron condenados en Estados Unidos por abusar sexualmente de sus hijos adoptivos, para concluir que todos los homosexuales “son pedófilos”. “En sus versiones más extremas, la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil”, remató el presidente argentino.

En la misma línea, aseguró que “están dañando irreversiblemente a niños sanos mediante tratamientos hormonales y mutilaciones, como si un menor de cinco años pudiera prestar su consentimiento a semejante cosa”, en una aparente referencia a las infancias trans. “Cubriendo esta multitud de prácticas abyectas está el eterno victimismo siempre dispuesto a disparar acusaciones de homofobia o transfobia y otros inventos cuyo único propósito es intentar callar a quienes denuncian este escándalo del que las autoridades nacionales e internacionales son cómplices”, agregó.