En Uruguay, cuatro de cada 1.000 personas están presas. Esta tasa de prisionización coloca al país en el puesto 12 del mundo en cantidad de personas privadas de libertad. En lo que respecta a América del Sur, pica en punta, superando a Brasil, que tiene 3,81 personas cada 1.000 presas. Además de las casi 15.000 personas privadas de libertad, hay casi 20.000 que tienen medidas privativas de libertad.

Según informó El Observador, 1,3% de la población en Uruguay estuvo presa en el país en algún momento en los últimos cinco años. Es decir, en los últimos cinco años, una de cada 100 personas pasó por la cárcel.

A partir de datos aportados por el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) al mismo medio, consignaron que casi 35.000 personas ingresaron al sistema carcelario entre enero de 2018 y noviembre de 2022.

La privación de libertad es un fenómeno hegemónicamente masculinizado: nueve de cada diez personas que fueron encarceladas son varones. Así es que 2,5 de cada 100 varones que habitan en Uruguay estuvieron presos. Fueron 32.000 en el lapso de tiempo antes mencionado.

El INR registró que en lo que va de 2022 hubo un ingreso de una persona nueva al sistema carcelario cada 62 minutos, según plantearon desde El Observador. Es decir, era la primera vez que la persona asociada a ese documento de identidad ingresaba a una cárcel en régimen de privación de libertad.

Por otra parte, 10.390 personas fueron liberadas en los últimos cinco años y volvieron a caer presas. Esto no significa que esta sea la tasa de reincidencia, que no se mide en Uruguay, pero que se estima en un 60%. Según informó El País, en 2021, 55% de las personas que fueron privadas de libertad ya habían sido encarceladas antes, es decir, eran reincidentes.