Una persona privada de libertad de 22 años se suicidó el viernes en el Centro de Ingreso, Diagnóstico y Derivación (CIDD) del Instituto Nacional de Rehabilitación. El hombre que se mató es uno de los presuntos responsables del secuestro y tortura ocurrido meses atrás en el módulo 11 de la Unidad 4 Santiago Vázquez (Comcar), hecho en el que actuó la Fiscalía y el comisionado parlamentario penitenciario también tomó acciones.
La semana pasada el líder de la celda, que estaba en libertad, fue detenido y formalizado por varios delitos: se dispuso su prisión preventiva por reiterados delitos de lesiones agravadas, privación de libertad y un delito continuado de violencia privada especialmente agravada. El resto de las personas privadas de libertad involucradas en este hecho ya estaban dentro del sistema carcelario, y fueron trasladadas luego del hecho dentro de INR, como fue el caso de este hombre que se mató.
El CIDD funciona dentro de la Unidad 1 Punta de Rieles, cárcel de participación público privada, y es el primer lugar al que van las personas cuando ingresan al sistema carcelario en la zona metropolitana para luego ser derivados a otra cárcel. Tiene capacidad para 100 personas y actualmente hay 94.
El suicidio en cárceles casi que se duplicó de 2019 a 2020, pasando de 9 a 17 casos. En 2021 se repitió la cifra de suicidios: 17 personas se mataron.
2021 fue el año récord de muertes en cárceles: hubo 86 fallecimientos. El aumento es de 79% respecto de 2020, año en que hubo 48 muertes, y 96% comparado con 2019, cuando hubo 44 casos. Tanto las muertes violentas como las que fueron por problemas de salud alcanzan las mayores cifras de la historia. Hubo 51 muertes violentas y 35 por problemas de salud. Las muertes violentas en 2021 aumentaron 46% respecto del año anterior, mientras que las muertes por problemas de salud aumentaron 169%.