A partir de la realización de testeos masivos de consumo de drogas en el Comcar, más de una decena de policías dieron positivo al uso de cocaína y marihuana. A estos policías se les quitó el arma reglamentaria y van a ser sumariados.
Luis Mendoza, director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), habló al respecto en rueda de prensa. Según dijo, tras la asunción de Nicolás Martinelli como ministro, “la primera directiva fue que se aplicara la ley”. Mendoza se refirió a la Ley Orgánica Policial, que es la 19.315, que en su artículo 37, inciso B, plantea que los policías tienen prohibido ingerir sustancias prohibidas.
“Por eso y teniendo en cuenta que la función aparte de la policial es la penitenciaria, en la cual el policía tiene la responsabilidad de la estrategia de rehabilitación de las personas privadas de libertad, convive con los internos, muchos de los cuales fueron formalizados por la Justicia por actividades delictivas relacionadas directamente e indirectamente con la droga, [...] el policía es totalmente vulnerable si consume también”, reflexionó Mendoza al respecto.
El director del INR destacó que de 334 controles toxicológicos que se hicieron en el Comcar, 13 resultaron positivos, y que “de esos 13 se puede dividir 9 por cocaína, 3 por marihuana y un funcionario por las dos cosas: cocaína y marihuana”.
Consultado sobre por qué hizo referencia a la directiva de Martinelli y si no se aplicaba antes, respondió que “se aplicaba” pero que “en este caso la directiva del ministro causó un poco de sensación ante la prensa porque se hizo en toda la unidad, pero se viene haciendo hace mucho tiempo en forma aislada cuando había información de Inteligencia de tres, cuatro, cinco policías que iban a Narcóticos a hacerse los exámenes”. En este caso, se coordinó con la Dirección de Drogas y se hizo en toda la unidad en dos tandas porque los funcionarios trabajan semana por semana [una semana de guardia y otra libre], la primera se hizo con testeos 182 y con esta [de 152 pruebas] se completó”, señaló.
“Hay que recalcar que esto es también para mantener la buena imagen de la mayoría de los funcionarios. Los funcionarios del INR son funcionarios muy sacrificados que trabajan con privados de libertad, pero reconocemos que hay un mínimo porcentaje de funcionarios que infringen la ley, y para salvaguardar el buen nombre y lo que significa ser policía de la Unidad 4, hay que sanarse”, planteó Mendoza. En este sentido, resaltó que “nosotros lo que estamos haciendo es dejando en buen nombre de los excelentes policías que son policías y tomando la medida con aquellos policías que infringen la ley tanto desde el punto de vista que están consumiendo drogas y también que hay funcionarios que fueron formalizados por ingresar elementos que no están autorizados y mucho de eso también tiene que ver con eso porque si la persona consume, en este caso 9 que consumen cocaína”. Además, remarcó que “dentro de la cárcel” hay “privados de libertad que son gente directamente muy connotada por grandes procedimientos de drogas, es totalmente vulnerable un policía que este a cargo de un interno y el interno está preso por tráfico de drogas; es totalmente vulnerable y se presta para diferentes debidos”.
Consultado sobre cómo continúa y si hay vínculo entre los privados de libertad y los policías para el ingreso de drogas, respondió que eso “no está constatado” y que “se está trabajando en ese caso, hay formalizados también por ingresar, hay operadores y policías”, pero aclaró que en este caso se refiere a que son vulnerables los policías a los que se les constató el uso de la droga. “Nueve funcionarios que ingieren cocaína y la cocaína es un elemento que no está autorizado su comercialización y el policía tiene prohibido”, resaltó, y remarcó: “Es decir, ¿el policía dónde compró esa droga? Compró en lo delictivo, a esas personas que venden, que hoy están presos”. Por eso, dijo que estos policías son “totalmente vulnerables y no podemos permitir que la persona que consume, que compró a la delincuencia la droga, esté también uniformado como yo cuidando a privados de libertad”.
Sobre cómo continúa y si se puede saber si el consumo se dio dentro o fuera de la cárcel, Mendoza respondió que la Brigada de Drogas “con una química hace el test, hace el control y en el control sale positivo”. Explicó que, aunque es algo que pueden decir los expertos, que “tiene una duración, la persona puede ingresar, puede consumirla, pero el tema es que se constató que dentro del organismo, cuando se hace el examen, tenían cocaína y marihuana”. “Se hizo el test y esa persona tiene [el positivo al reactivo de droga], el resto es que ingirió esa sustancia y la ley orgánica policial dice que está prohibido, infringió la ley” y reiteró que “aparte como le expliqué, dentro de la cárcel es vulnerable que una persona consuma cocaína, no puede estar cuidando a narcotraficantes”.
El proceso continúa, “lo primero que se hizo fue el desarme de las personas y va a una segunda muestra”. Si dan positivo nuevamente se hace un sumario, señaló. Estas muestras aún no se hicieron y Mendoza señaló que se dispone de entre una semana a diez días para obtener el resultado de la segunda muestra, que ya fue recogida.
Sobre qué sucede en otras cárceles y si se van a hacer más testeos en otras unidades, respondió que “no, no tenemos capacidad, fue elegido el Comcar, que es la unidad más grande, pero también se va a hacer en cualquier unidad policial”.
Respecto de si no se descarta que haya consumo de drogas de policías en otras cárceles, respondió que “se va a hacer el examen, hoy lo que le puedo decir es la realidad que se hizo y todavía falta algún integrante de la Unidad 4 que estaba de custodia o que está con licencia”. Resaltó que el primero que se hizo el testeo fue el director de la cárcel, Alejandro Chaves, y que lo hicieron todos los oficiales y todos los integrantes del personal subalterno. “Todo el INR, más tarde o más temprano, se va a hacer examen, porque está prohibido por ley y nosotros tenemos que hacer cumplir la ley”, remarcó.
Sobre qué está pasando con el ingreso de drogas a las cárceles, Mendoza dijo que “siempre estamos trabajando en eso, somos conscientes de que todos los que entramos en la cárcel podemos ingresar droga y se han hecho procedimientos, hay funcionarios que fueron formalizados, podemos ingresar droga nosotros, los funcionarios, y también hay muchos operadores que fueron formalizados y también visitas que ingresan, es decir, es todo un tema que estamos luchando con información, con inteligencia y con revisación, somos conscientes de ese flagelo”.
Mendoza resaltó que “la droga sale más cara dentro de la cárcel que en la vía pública y hay mucho decomiso de droga también”. “Se está trabajando y esta es una de las medidas, porque si tenemos un policía que ingiere cocaína, ese policía moralmente no está apto para trabajar e incautar droga a un interno si él también consume”, reiteró.