Al menos dos personas están en la mira de la Fiscalía por la investigación que se inició en marzo, tras la denuncia por “espionaje” y “seguimiento ilegal” que presentó el exdirector de la Policía Nacional, Mario Layera.

Se trata de dos exfuncionarios de Inteligencia policial que el año pasado estuvieron en contacto con el exjefe de la seguridad presidencial Alejandro Astesiano: el comisario mayor Hernán López, alias Lupita, y Adrián Fabio Ferreira, conocido como la Boga y funcionario de seguridad en el barrio privado La Tahona.

Ferreira estaba agendado en el celular de Astesiano como “Adrián Seguridad Tahona” y el chat entre ambos figura con el número 535 en la carpeta investigativa que analiza la fiscal de Flagrancia, Sabrina Flores. “Tengo información sobre Mario Layera; si interesa, cuando puedas, llamame”, le escribió Ferreira a Astesiano el 18 de marzo de 2022, un día después de que Layera se pronunciara contra la ley de urgente consideración (LUC) en una nota con el semanario Búsqueda.

Ferreira le ofrecía datos que estarían en manos de una persona llamada Hernán, con quien coordinan una reunión presencial en Cuchilla Alta. Hernán es Hernán López, que en ese momento se desempeñaba como jefe de la zona operacional 3 de la Jefatura de Policía de Canelones, que corresponde a Ciudad de la Costa. Antes fue vocero de la Jefatura de Policía canaria y también estuvo en la dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior, donde coincidió con Ferreira.

La existencia de estos intercambios entre Astesiano y los exfuncionarios de Inteligencia policial tomó estado público el 30 de noviembre de 2022, por investigaciones que se divulgaron en radio Sarandí y la diaria.

En marzo Layera presentó una denuncia penal ante la fiscal Fossati por presunta pesquisa secreta, una práctica prohibida por el artículo 22 de la Constitución y castigada en el ordenamiento jurídico a través del delito de abuso de funciones. Desde el Ministerio del Interior informaron este martes a la diaria que el comisario mayor López pidió el pase a retiro hace tres meses.

Los diálogos y los señalamiento a Lacalle Pou

“Si querés hablar con Hernán, él está a las órdenes, cuidándolo”, le escribió Ferreira a Astesiano en la conversación por Whatsapp de marzo de 2022, en la que ofrecía información sobre Layera. La respuesta de Astesiano fue: “Che, estoy con el presidente acá, que el lunes sí o sí Hernán se reúna conmigo. Decile a ver a qué hora puede, y a ver cómo quiere hacer, arreglá vos, dice el presidente, y me reúno con él, en forma urgente, dice el presidente”.

Y luego agregó: “Decile a Hernán que yo mañana de tarde por las dudas voy a andar en Cuchilla Alta, que es la casa mía, capaz que él ahí se ve más tranquilo, no sé, que vea él, pero me dijo el presidente en forma urgente”.

Uno de los puntos que Fiscalía intenta confirmar es si ese encuentro efectivamente se concretó y eventualmente qué tipo de información sobre el exdirector nacional de Policía se compartió en esa oportunidad. También resulta relevante indagar sobre qué tipo de participación tuvo en estos hechos el presidente Luis Lacalle Pou, ya que Astesiano lo señaló como responsable en la investigación sobre Layera al menos en dos oportunidades.

La primera fue durante la conversación con Ferreira que disparó toda la investigación. Mientras intentaban coordinar la reunión en Cuchilla Alta, Astesiano le transmitió a su interlocutor que Lacalle Pou estaba interesado en acceder a la información: “Buen día. Luis dice que si tiene algo para llevarme, algún informe o foto o lo que sea”. Añadió que el presidente le pidió que “destaque que es súper reservado esto; sólo nosotros cuatro sabemos del encuentro”.

Una vez concretada la reunión, Astesiano pidió más datos al informante, otra vez invocando al presidente: “Adrián, cómo te va, disculpá la hora, estamos hablando con el presidente, no sabemos quién era el jefe cuando instalaron esto de Prosegur, ¿hay alguna guía o sabemos algo de quién estaba ahí?”. Antes de este pedido, Ferreira le había enviado seis fotos que estarían relacionadas con las oficinas de Prosegur en Ciudad de la Costa, un tema con el que presuntamente buscaban perjudicar a Layera.

“Ahora están hablando, el presidente ya les dijo todo y están manejando una estrategia”, le termina diciendo Astesiano, en un mensaje de audio.

El exjefe de la seguridad presidencial, condenado a cuatro años y medio de cárcel en un proceso abreviado, volvió a responsabilizar a Lacalle Pou el 10 de marzo, en la entrevista que mantuvo con el fiscal Fernando Romano en la cárcel de Punta de Rieles.

“Cuando me dicen, le comento al presidente que podía haber alguna información de Layera, como que hay algo. [El presidente] me dice: 'Averiguá'. Es más, está en los mensajes del presidente que me pregunta él mismo. '¿Y, te reuniste?'. Y yo le paso; y le pasé las fotos de las cosas que me habían pasado”, sostuvo Astesiano ante Romano.

Todo indica que no será posible constatar la veracidad de esos dichos de Astesiano. La semana pasada, la fiscal Flores archivó la investigación contra el director de Inteligencia, Claudio Correa, señalado como la persona que borró algunos chats del teléfono de Astesiano, entre ellos el que tenía con Lacalle Pou. En el dictamen, Flores ratificó que las comunicaciones entre Astesiano y el mandatario “se presentan como registros de llamadas mediante la aplicación Whatsapp, no hallándose otro tipo de intercambio”.