Este miércoles, pasadas las 15.00, comenzó la sesión del Senado en régimen de comisión general, a la que compareció el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, junto al prosecretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés, y el director de la Secretaría de Inteligencia, Álvaro Garcé, para brindar información y explicaciones sobre el caso de Alejandro Astesiano. El senador del Frente Amplio (FA) Alejandro Sánchez abrió la instancia parlamentaria con críticas y preguntas sobre el accionar del gobierno para la designación del exjefe de la custodia presidencial, detenido e imputado días atrás por tres delitos vinculados a la entrega de pasaportes falsos.

Sánchez repitió varias veces que por “la desidia” de las autoridades se instaló “en el corazón del gobierno, en el cuarto piso de la Torre Ejecutiva, una banda criminal” liderada por Astesiano, exjefe de seguridad del presidente Luis Lacalle Pou. Cuestionó los procedimientos seguidos por el gobierno para conocer los antecedentes e indagatorias de Astesiano, rechazó las explicaciones dadas hasta ahora por las autoridades y sostuvo que el presidente no podía desconocer, por la cercanía con su custodio –al que conocía desde hace 23 años–, su historial delictivo.

“Voy a criticar muchas de las acciones y decisiones que tomó el gobierno y los jerarcas que hoy están aquí. Lo trataré de hacer con respeto, aunque usemos posiciones duras sobre los posicionamientos del presidente y el gobierno sobre este caso”, comenzó Sánchez. “Desde Presidencia se abrieron las puertas de par en par al crimen organizado, montándose un esquema de corrupción para dar pasaportes para actividades ilegales a nivel internacional”, dijo el senador, y agregó que “gobiernan con improvisación y escasa transparencia”.

También preguntó cómo y quién firmó el porte de arma para Astesiano, repasó las potestades que tiene el jefe de la custodia presidencial –como pedir información a jerarcas policiales y militares, así como solicitar apoyo con la obligación de tener una pronta respuesta por parte de otros organismos del Estado– y sostuvo que para conocer el pasado del custodio alcanzaba con “ir a preguntar a los vecinos del barrio”.

Recordó que Astesiano estuvo preso en la cárcel de Las Rosas en 2013, momento en que el director del Instituto Nacional de Rehabilitación era Luis Mendoza, que hoy está en igual cargo, y que Garcé –hoy secretario de Inteligencia– era comisionado parlamentario, por lo que puso en duda que no conocieran el prontuario, así como el ministro Heber, un dirigente de peso dentro del Partido Nacional (PN) y vinculado a Luis Alberto Lacalle Herrera, para quien Astesiano trabajó. “Le dieron un piso en la Torre Ejecutiva al crimen organizado y acceso a información privilegiada”, agregó.

“Háganse cargo de la semejante responsabilidad que le cabe al presidente y a ustedes frente a los hechos que sucedieron. La estrategia más baja, y que espero no la realicen hoy, es cambiar explicaciones por excusas; que hablen de otros es síntoma de que Astesiano es más grande de lo que creemos y que vemos la punta del iceberg”, continuó el legislador del FA.

“La gente espera respuestas serias del gobierno frente a un hecho bochornoso. Recuerden que vinieron a hacerse cargo”, añadió Sánchez, y comentó que “el gobierno quiso encapsular en un frasquito a un elefante”, porque “quiere minimizar la responsabilidad diciendo que el presidente fue engañado en su buena fe, que le informaron mal”. También sostuvo que “frente a la imposibilidad de responder, el gobierno se parece a un estudiante que no estudió, con la estrategia de hablar mucho de cosas inútiles e insustanciales”. Como corolario de estas críticas, indicó que la Real Academia Española “define esto con una palabra: el verbo es sanatear”.

Otro punto en el que puso foco Sánchez fue que al entregar la información sobre los antecedentes de Astesiano –se conoció que no figuraban sus dos procesamientos– el Ministerio del Interior consultó a la oficina equivocada. Dijo que se presentó la información de la ficha del Sistema de Gestión de Seguridad Pública, cuando debía ser del Departamento de Legajos de la Dirección de Policía Científica. Explicó que es “como si se pidiera la cédula y se entregara el certificado de nacimiento: tienen datos de la misma persona pero son cosas distintas”.

Heber: “¿Cómo se va a decir que se instaló en la Torre Ejecutiva una organización criminal por parte de Astesiano?”

Luego de la primera hora de preguntas y críticas hechas por el miembro convocante, llegó el turno de la hora para que Heber y las otras autoridades del gobierno respondieran sobre el caso Astesiano.

Heber comenzó diciendo que “no hubo inmunidad ni impunidad” en torno al excustodio presidencial: “Rechazamos que hubiera una organización delictiva en Torre Ejecutiva”, afirmó. “Esto no empezó con Astesiano”, continuó, y agregó que en 2013 se detectó el primer caso de intento de sacar cédula y pasaporte de un ruso presentándose como hijo de uruguayos.

Heber citó una carta que llegó en 2013 a la Dirección Nacional de Identificación Civil (DNIC) de parte de la secretaria del entonces presidente José Mujica, aunque dijo no ser “mala leche” ni querer “generar suspicacia”. Señaló que en esa carta “la Presidencia de la República” procuró “apurar un pasaporte falso” para un ciudadano ruso. Luego, Sánchez respondió y sostuvo que el ministro omitió leer la carta, donde no se solicita nada por parte de Presidencia. “Dejó entrever que se trataba de apurar el pasaporte, que además no se dio. Eso es mala leche”, dijo Sánchez.

“¿Cómo se va a decir que se instaló en la Torre Ejecutiva una organización criminal por parte de Astesiano?”, planteó el ministro. Si bien reconoció que el excustodio “estaba” dentro de la banda criminal, “lo echamos y no lo sabíamos”, alegó. Reiteró que el funcionamiento delictivo de esta red para la entrega de pasaportes falsos venía “desde 2013”, y desde ese año a 2019 “se hicieron 140 pasaportes falsificados”, mientras que “en 2020 y 2021 se hicieron, lamentablemente, 55”. Esto refiere a la búsqueda de tramitar pasaportes en el extranjero, mientras que en la DNIC “se gestionaron 23 pasaportes entre 2013 y 2019, y ninguno entre 2020 y 2021”.

Heber también rechazó lo dicho –según él, “con suspicacia”– por Sánchez sobre que la casa de Astesiano se allanó el día antes de la detención. El ministro sostuvo que el allanamiento fue después, y que el planteo del senador del FA le “molesta e indigna”. Además, contó que él se enteró el día previo de la detención, que se aplicó cuando el custodio volvió de un viaje con el presidente Lacalle Pou. “Opté por hablar después [con Lacalle Pou] para no comprometer a la familia” del mandatario, relató.

Luego habló el subsecretario del Interior, Guillermo Maciel, quien afirmó que “desde lo jurídico y técnico esta persona [Astesiano] no tiene antecedentes de la Justicia desde 2005, cuando cerró la causa [por la que estuvo preso] por la extinción del delito por la suspensión condicional de la pena”, explicó. “Es un primario legal y no un primario absoluto”, complementó. También dijo que “los antecedentes judiciales no incluyen la indagatoria”, en referencia a que Astesiano tenía más de 20 anotaciones policiales.

Bianchi: “Astesiano es un perejil, no era el jefe de la organización”

Casi tres horas después de iniciados los intercambios entre la delegación del gobierno, que encabezó Heber, y el senador Sánchez, se abrió el debate en la cámara alta con varios cruces entre el PN y la oposición. En el oficialismo brilló por su ausencia el senador cabildante Guido Manini Ríos, que en gran parte de la jornada no estuvo presente, porque participó en el acto por el 197º aniversario de la Batalla de Sarandí, en Florida, acompañando a los ministros y al presidente Lacalle Pou.

Allí también estuvo el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, que ya entrada la noche llegó al Parlamento para apoyar a la delegación del gobierno y se mantuvo de pie mirando la conferencia de prensa de la coalición, en la que no hubo ningún cabildante. De los dos senadores de Cabildo Abierto (CA) que asistieron al plenario desde el inicio –Guillermo Domenech y Eduardo Lust, suplente de Raúl Lozano–, ninguno se presentó en la conferencia. Fuentes de CA dijeron a la diaria que, por un motivo u otro, la ausencia de sus legisladores fue una “casualidad”.

En el ida y vuelta en el plenario, el senador del FA Óscar Andrade recordó que Garcé señaló que sí informó al presidente del legajo de Astesiano, por lo tanto, cuando Lacalle Pou dijo en conferencia de prensa que “si hubiera tenido algún indicio no lo hubiera elegido”, en realidad, “no dijo la verdad”. Luego, el senador hizo énfasis en que Astesiano tenía más 30 indagatorias. “Te duele de verlo. Uno puede decir que tuvo un problema una vez, pero no fue una, ni dos, ni tres, ni cuatro ni cinco: hurto, estafa, apropiación indebida”, enumeró.

“La segunda línea argumental [de Heber] es que ya existía el crimen antes de Astesiano. Y sí, chocolate por la noticia. El problema fue que a ese cuadro, que capaz que era de la B, le dieron a [Lionel] Messi: un contacto que venía de trabajar en la DNIC, había sido policía y tenía un prontuario profundo, desde la Torre Ejecutiva. Esto es lo que estamos diciendo, no si el origen del delito fue en marzo de 2020 o con Astesiano. Entonces, nos responden con el FA, es insólito. ¿Qué le falta decir al gobierno? Que si el FA no hubiera terminado la Torre Ejecutiva [se inauguró en 2009] no habría delincuentes dentro de la Torre Ejecutiva. Hay que hacerse cargo de una decisión absurda”, sostuvo.

Por su parte, la senadora nacionalista Graciela Bianchi dijo que el PN “no va a permitir” que “se asocie al presidente” con la trama delictiva de Astesiano, aunque supone que la oposición “lo va a repetir hasta 2024, porque parece que encontraron la sellada”. “Astesiano es un perejil, no era el jefe de la organización. ¿De dónde sacaron eso? Ojalá lo fuera, porque se terminaba el problema”, expresó Bianchi. Además, leyó los dichos en redes sociales de la fiscal del caso, Gabriela Fossati, pidiendo prudencia sobre los avances de la investigación y con presumir nexos más allá de los imputados. También la senadora del PN puso énfasis en citar los dichos de la fiscal sobre que la organización delictiva comenzó a operar por lo menos en 2013.

Pasadas las 22.00 habló Lust, quien relativizó las acusaciones de la oposición. Dijo que es una discusión “en la cual, cualquiera sea la respuesta, no va a ser satisfactoria para nadie”. “Aplico el sentido común: un presidente de la República, un ministro, tiene muchas posibilidades de ser tentado a incurrir en corrupción; ahora, ¿alguien puede pensar que un presidente o el ministro del Interior van a ser partícipes de una asociación con un escribano, un ruso, un custodia, una guardia de seguridad, un patovica? Si quieren hacer actos de corrupción y se quieren enriquecer, no tienen que hacer nada de eso, lo pueden hacer por otras vías. Que no lo hacen, quiero hacer la aclaración”, finalizó.

Ferrés dijo que Astesiano tenía “un contrato de adscripto” y Garcé confirmó que informó a Lacalle “sobre posibles anotaciones”

El prosecretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés, de quien depende la seguridad presidencial, aseguró que el excustodio imputado por la Fiscalía “nunca fue el jefe de la seguridad presidencial”. Sostuvo que para ese cargo no se puede designar a un civil y el elegido fue el comisario Ricardo Martínez. Indicó que Astesiano tenía “un contrato de adscripto” que es habilitado por “el nuevo sistema de 2006” para la seguridad presidencial, que permite “que existan custodios que no sean policías”. La designación en este caso ocurrió porque “se le tenía confianza” a Astesiano y “realizaba correctamente su tarea”. Agregó que cuando se dio la designación la ficha del hoy imputado “no contenía ningún antecedente judicial”.

Sánchez rechazó esta explicación y acusó a Ferrés de “mentir”. Citó resoluciones de Presidencia firmadas por el prosecretario que mencionan a Astesiano dentro de la comitiva de viaje oficial como “jefe de la seguridad presidencial”.

También habló por el gobierno Álvaro Garcé, director de la Secretaría Estratégica de Inteligencia del Estado. Negó haber conocido a Astesiano en su paso como comisionado parlamentario para el sistema penitenciario. Por otro lado, relató que en la transición previa a la asunción del gobierno, en marzo de 2020, transmitió a Lacalle Pou “una versión sobre posibles anotaciones” de quien iba a ser su custodio, pero no llevó adelante más acciones porque no ocupaba ningún cargo. “Por lealtad lo informé por versión verbal”, dijo.