La confesión de la fiscal Gabriela Fossati, a cargo de la causa del excustodio presidencial Alejandro Astesiano, de que resolvió dejar por fuera de la investigación los chats del imputado con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, no fue bien recibida por uno de los involucrados en la trama de espionaje a cargo de Astesiano de la que informó la diaria esta semana. El senador Mario Bergara, uno de los dos legisladores frenteamplistas –junto a Charles Carrera– que la compañía americana Vertical Skies le encomendó investigar, consideró que esta resolución de Fossati “es una muy mala señal”.
Fossati dijo a El Observador que “la entrega del celular fue voluntaria del presidente” con “el requisito” de que “no estuvieran los mensajes del presidente con Astesiano”. Agregó que “teniendo en cuenta su investidura y que era una entrega voluntaria”, le “pareció sumamente razonable”. Al respecto, en diálogo con Informativo Carve, Bergara dijo que se trata de una señal “contraria no sólo a la transparencia sino a la separación de poderes”, porque significa “que el presidente tiene coronita; él no va a ser investigado aunque de los chats hubiera surgido vaya a saber qué”.
No obstante, Bergara reconoció que “la fiscal hace lo que puede” porque “está en una situación evidentemente muy difícil”. En ese sentido, recordó que Fossati planteó que no se sentía respaldada para seguir adelante con la causa y que quería dar un paso al costado, lo cual no fue aceptado por el fiscal de Corte, Juan Gómez. En ese momento, Lacalle Pou opinó públicamente que Fossati debería seguir al frente de la causa.
Al respecto, Bergara dijo que entiende el temor porque “lo que pasó con senadores”, en referencia al presunto espionaje, “pudo haber pasado también con fiscales”. “La única solución para que esto se encamine es que se investigue todo y emerja la verdad. Lamentablemente el gobierno no ha mostrado voluntad de transparencia”, analizó.
Bergara también dijo al noticiero que está de acuerdo con que se haya abierto una carpeta aparte para investigar el posible espionaje en su contra, dado que “esto no tiene que ver con la emisión de pasaportes a ciudadanos rusos o ucranianos” y “es algo de otra gravedad, muchísimo mayor, que evidentemente no puede mezclarse”.