El ministro de Defensa Nacional, Javier García, habló este jueves sobre los últimos chats que revelan más pedidos de favores de parte del excustodio presidencial Alejandro Astesiano. Este martes se supo que Astesiano pidió datos del vuelo de la expareja del presidente Lorena Ponce de León al subdirector ejecutivo de la Policía, Jorge Berriel, algo que para el ministro no afecta su libertad.

“Nadie dijo que no puede tener vida privada. La definición es muy clara: la seguridad del presidente y de su familia es una cuestión de Estado; sería muy grave que alguien, aprovechándose de que el Estado no cuide la seguridad, cometa cosas que afectan la vida del Estado”, opinó García en diálogo con Desayunos informales.

Al ministro se le preguntó entonces por qué ameritaba la reserva y el secretismo si se trataba de una cuestión de seguridad. Ante eso respondió: “Cómo se garantiza y cuáles son los mecanismos de seguridad no sé responder, pero la seguridad no tiene nada que ver con la libertad; [Ponce de León] puede ir a cualquier lugar. Implica que donde lo hagas, lo hagas con seguridad, porque es un tema del Estado, nada más que eso, y la utilización de esto políticamente para mí es una inmundicia”, subrayó el ministro.

Durante la entrevista en varias oportunidades García opinó que le parece una “inmundicia” y “repugnante” que se utilice políticamente a la familia del presidente Luis Lacalle Pou o que se mencione al fallecido ministro del Interior Jorge Larrañaga, como lo hizo Berriel cuando declaró ante la Fiscalía, asegurando que informó a Astesiano siguiendo órdenes del exministro. Sin embargo, consultado sobre quién utiliza políticamente esos nombres, García prefirió no hablar de personas.

“Lo que está pasando en estas horas es repugnante, una inmundicia lo que se está haciendo políticamente: utilizar la vida privada de las personas con fines políticos, utilizar a una persona fallecida -Jorge Larrañaga- para enredarla, para ponerla arriba de la mesa con el único objetivo de dañar al presidente de la República con un fin político electoral, me parece una inmundicia absoluta. No conozco este Uruguay”, comentó, y más adelante resumió: “No voy a hablar de nombres, pero hoy arriba de la mesa tenemos en el debate político a la esposa del presidente y a Larrañaga; este no es el Uruguay que conozco”.

Consultado sobre si la revelación de estos chats demostraría el delito de tráfico de influencias, del que está acusado Astesiano, el ministro se limitó a decir que definir eso es tarea de la Justicia y que él sería “más cauto” al poner “calificaciones y acusaciones”.

A su entender, lo que es claro es que “la seguridad del presidente y su familia es una cuestión de Estado; no entender esto es no entender mucha cosa: es una cuestión de Estado. No está al alcance de la voluntad de las personas, es una obligación normativa y legal proteger al presidente y su familia. [Para opinar de] todo lo demás no estoy dentro del juzgado”.

“La Justicia está actuando, estamos a lo que la Justicia diga. No nos van a paralizar; no es agradable, pero el gobierno no se va a paralizar. Si quieren destinarse a hablar de Astesiano tienen derecho, pero me parece que la gente está mucho más preocupada por otras cosas que por algunos de estos temas que ustedes manejan”, acotó.