La abogada Michelle Suárez Bértora, activista trans y un símbolo de la lucha por los derechos de la comunidad LGBTIQ en Uruguay durante la última década, murió el viernes a los 38 años de edad, según informó el director de la Secretaría de la Diversidad de la Intendencia de Montevideo, Sergio Miranda, y confirmó la diaria.

Suárez fue la primera persona trans en obtener un título de abogada por la Facultad de Derecho de la Universidad de la República (Udelar); recibió el diploma con su identidad de mujer y generó un precedente para ello, al haber presentado un petitorio para cambiar su escolaridad y también el título con su nombre legal.

Como activista trans fue una referente a través del colectivo Ovejas Negras y responsable de la primera redacción del proyecto de ley de matrimonio igualitario, que se terminó aprobando el 10 de abril de 2013. Previo a esto, ya había sido artífice de que se reconociera por primera vez un matrimonio entre personas del mismo sexo. Fue en junio de 2012, cuando la Justicia falló a favor del pedido presentado por la abogada para que Uruguay reconociera como cónyuges a un ciudadano uruguayo y otro español, que en 2011 se habían casado en España.

En 2015, en el disco Nidal, la banda Buenos Muchachos incluyó la canción “A mi manera”, dedicada a Suárez y su lucha por los derechos de la comunidad LGBTIQ. “Yo te quiero contar, / hoy podés entender / el calor del infierno / cuando me hice mujer. / Fue en la etapa liceal, / decidí ser yo, / me centré en estudiar, / me afirmé en el amor. / This is one way, my way, one way”, afirma la canción en sus primeros compases.

Ese mismo año, Suárez, que había empezado a militar en el Frente Amplio años atrás, se convirtió en suplente en el Senado por el Partido Comunista. El 9 de octubre de 2017, ante la renuncia del legislador titular, Marcos Carámbula, Suárez se convirtió oficialmente en la primera senadora trans de Uruguay.

Sin embargo, estuvo pocos meses ocupando la banca, ya que en paralelo a su asunción en el Senado se comprobó que en su actividad privada de abogada había falsificado firmas en un caso de tenencia de una menor en el que aparecía como representante de ambas partes en un documento supuestamente firmado por el padre de la niña en el que habilitaba la pérdida de sus derechos a la tenencia.

A raíz de este y otros casos que aparecieron posteriormente, Suárez terminó renunciando a su banca en el Senado en diciembre de 2017 y también al Partido Comunista, con lo que dejó la actividad política. En 2018 se le suspendió el título de abogada y en 2019 fue condenada a dos años de prisión domiciliaria y dos de libertad vigilada, a raíz de cinco delitos de falsificación de firmas en reiteración real con dos delitos de estafa y uno de falso testimonio.

La última entrevista de Michelle Suárez fue con el programa Todo pasa, de Océano FM, en 2018. Allí, consultada sobre cómo era su vida cumpliendo prisión domiciliaria, Suárez dijo que era “prácticamente igual que antes, nada más que me siento atormentada”.

“A quien siento que defraudé más que a todo el mundo es a personas que ya no están, a mis padres. Esa tarea de reconciliación es una tarea larga que se hace en conjunción con tu alma. Lleva tiempo y atravesar momentos muy dolorosos”, dijo en esa entrevista.