El titular del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Martín Lema, compareció este miércoles ante la Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión de la Cámara de Senadores. A la salida del encuentro, habló con la prensa sobre diferentes temas, entre ellos, la inseguridad alimentaria. En esa línea, planteó que el Frente Amplio (FA) “desmanteló” el Instituto Nacional de Alimentación (INDA), que se “reforzará” durante esta administración con el Plan de Alimentación Territorial (PAT), impulsado por el Mides luego de la quita de apoyo a las ollas populares por parte del ministerio.

Además de defender el programa, Lema apuntó que el PAT propone repartir 10.000 comidas diarias en el área metropolitana, mientras que las ollas entregaban un aproximado de 7.900. Tras las declaraciones del ministro, la Coordinadora Popular y Solidaria (CPS), que agrupa a ollas populares de Montevideo, publicó un comunicado en sus redes sociales en el que sostiene que el PAT es “un parche mal puesto a la situación de la inseguridad alimentaria que persiste por causas de fondo, estructurales, que de ningún lado se abordan”.

“Se empieza con un llamado a contratos precarios con finalización a un año. ¿Esa es la duración del plan?”, dice el comunicado y agrega que se desconoce quiénes podrán acceder a los insumos que se ofrecen. “Se piden requisitos que a veces son imposibles de cumplir y las personas siguen acudiendo a las ollas ante la incertidumbre”, expresa la CPS.

Asimismo, la coordinadora criticó que se hable de 25 puntos de distribución de comida en “una zona donde existen 300 ollas populares y merenderos” y que, en ese sentido, “hay zonas que quedan sin cubrir”. Además, sostiene que “no hay solución para quienes las distancias impiden trasladarse a los puntos” establecidos por el ministerio. Por otra parte, afirma que quienes han accedido a la comida denunciaron “calidad y cantidad deficiente de los alimentos”. “Bolsas de guiso congelado no son ni pueden ser una política pública en alimentación”, expresa el texto.

La CPS señala que las autoridades tampoco cumplieron con los plazos anunciados para la puesta en marcha del programa, lo que considera una “clara señal del caos en el que navegan las autoridades”. “Más que solución, es un plan de humillación a quienes necesitan comer”, agrega. También sostiene que es un plan que surgió de la “desconfianza y el recelo de unas autoridades lejanas y hostiles”. Y, como consecuencia, “ni siquiera se acerca a la necesidad de comer que hay en los barrios estando ausente cualquier solución real. Es mentira que quieran venir a resolver de un día para otro lo que en estos años han permitido que se desmorone”.

En este escenario, la CPS plantea que las ollas y merenderos populares aún son la “referencia” para quienes necesiten “compartir un plato de comida o merienda desde la solidaridad, la dignidad y el afecto”. “Hemos aprendido el valor de lo colectivo, la potencia de la solidaridad, la energía de la organización y la fuerza de la amistad. Es el límite que le ponemos a la injusticia”, cierra el comunicado.

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