La agrupación convocó a “habitantes y visitantes” a manifestar en la Junta Departamental durante el tratamiento del expediente; anunció que si se concede la viabilidad adoptará acciones administrativas y judiciales para anularla.
Mientras que los vecinos denuncian impactos ambientales, socioeconómicos y emocionales, científico alerta que el trazado presentado por el MTOP en la última Comisión de Cuenca sumará presión a una fuente de agua potable que es muy frágil y para la que la sociedad no tiene alternativa
El gerente de la Unidad de Gestión Desconcentrada, Miguel Corbo, dijo que la “única posibilidad” de garantizar el servicio es instalar una desalinizadora, pero que el directorio “no se anima” a aprobarla tras “el ruido” de Arazatí.
Tras un campamento que reunió a practicantes de este oficio y organizaciones socioambientales, se emitió un manifiesto donde realizan recomendaciones y denuncias sobre la situación que se vive en el territorio
Voces desde el territorio señalan que la situación actual de la cuenca ya es “muy preocupante en cuanto a los cambios de uso del suelo, desplazamiento de la producción familiar, contaminación de las aguas por agrotóxicos y afectaciones en la salud”
Encontraron sentimiento de desamparo, falta de garantías por parte del Estado para acceder al sistema de salud y a la justicia, lo que contrastan con las estrategias de lobby que desarrollan empresas del sector arrocero y forestal
Especialistas les plantearon que para que fuera viable el procedimiento deben mudarse de la ciudad, ya que el “mal acceso al sistema de salud sumado a la exposición permanente a agrotóxicos inhalados” lo hace “implanteable”; sin embargo, no cuentan con recursos económicos para hacerlo por su cuenta.
Se está “entrando en una etapa nueva de la exploración de hidrocarburos en Uruguay, en la que por primera vez todo el mar territorial se encuentra bajo exploración petrolera”, celebró Alejandro Stipanicic