Antes de vanagloriarse y de desmerecer lo hecho por quienes realmente cambiaron la historia acerca de la verdad sobre las desapariciones, las actuales autoridades tienen un largo y difícil camino que recorrer, en el que pueden contar con cooperación de oficialistas y opositores.
Dijo que percibe entre los jóvenes una “latente disconformidad con nuestra época” pero advirtió que si eso no termina en una “expresión de carácter político de largo aliento”, “puede ser un esfuerzo doloroso transitorio”