El sindicalismo uruguayo se mantiene a la altura de sus ricos antecedentes. Ha demostrado madurez y responsabilidad ante la crisis sanitaria y social, así como ante la delicada situación en que lo ubican las debilidades de la oposición política.
La Corte Constitucional hizo lugar así al reclamo de las organizaciones feministas, que planteaban que el aborto fuera legal en todos los casos de violación y no sólo ante “discapacidad mental”, como hasta ahora