Deporte

Fue un partidazo, con color, emoción, muchas variantes, pero sin un festejo consagrable para ninguno de los dos, que se llevaron un empate que transitó por la derrota para los violetas por momentos y se hamacó para el triunfo de los darseneros. Después del empate de Peñarol con Wanderers, a Defensor le dio intereses el punto conseguido un día antes. El empate mantiene a la viola en la punta del Clausura y a un punto de los carboneros en la tabla anual.

Se viene un nuevo Metropolitano de básquetbol. Mañana dará inicio la 10a edición del torneo que da a dos equipos la posibilidad de estar en la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB) la temporada que viene. Aún siguen los ecos del título de Aguada, pero la naranja no para de picar y por los próximos tres meses y medio, aproximadamente, se podrá ver el campeonato de ascenso.

Muchos opinan que jugando bien hay mayor probabilidad de obtener puntos y victorias que haciéndolo mal. Otros, que en esta etapa del Campeonato Uruguayo hay que ganar como sea para no bajarse de la pelea. Peñarol tiene muchos altibajos en su rendimiento, es verdad, pero ganó los dos últimos partidos, ante Nacional hace una semana y el sábado ante Progreso 1-0, y ahora es líder de la tabla acumulada y no afloja en el Clausura.

Fue una mañana desconsoladora para la viola, como ésas en las que el alumno al que siempre le va bien se saca una nota baja en un escrito y la profe lo amenaza con mandarlo a examen. Un mal momento, una mañana detestable para Defensor Sporting, que visitó a los papales en el Nasazzi, una cancha complicada, donde la guinda pica de aquí para allá sin ningun prejuicio; los locales fueron un rival que planteó un partido inteligente.

El fracaso y la frustración se unieron en un conjuro deportivo que paralizó a Nacional, que ganó el juego 1-0 pero quedó fuera de la Copa Libertadores en los penales ante la perfección de los incaicos.

Fernanda Midaglia arrancó desde pequeña a picar la pelota naranja. Fue a acompañar a su hermano a Miramar y nunca más se alejó de la cancha. Aún no cumplió 18 años pero ya ha recorrido interesantes caminos en el deporte. Defendió a Uruguay en dos Sudamericanos juveniles y está en Brasil desde hace algunas temporadas. Asistirá a un campus de perfeccionamiento en Italia, para el cual sigue buscando apoyo para poder viajar sin problemas.

El título obtenido por Aguada después de tantos años es, sin lugar a dudas, el hecho deportivo más importante del torneo que terminó el lunes. Había comenzado el 14 de setiembre de 2012 con el encuentro entre Malvín y Hebraica y Macabi. Trouville y Unión Atlética quedaron por el camino temprano en el campeonato, para sorpresa de muchos. También hubo un hecho lamentable que terminó con la desafiliación de Cordón y la quita de cinco puntos a Welcome.

37 años después y en la séptima final de una serie muy pareja, Aguada le ganó 86-72 a Defensor Sporting y vuelve a ser campeón.