Incorrecta
Racismo, estructura y dependencia en Cuba
La crítica social es relativamente fácil. Sólo requiere cierto ejercicio de observación inconforme, que se desarrolle con el tiempo y un ideal de sociedad más o menos cohesionado, suerte de deber ser que sirva como rasero de evaluación. Ya tenemos la receta: podemos sentarnos a cotorrear, cual típicas comadres insatisfechas, y encontrarlo todo mal o deficiente. Lo difícil es proponer alternativas de cambio; viables, además. Aun más complicado es que la propuesta sea escuchada y, casi inalcanzable, que sea implementada. Mas adelantando un pie se comienza una caminata de miles de kilómetros, ¿no? Por tanto: ¿qué hacer con el racismo en Cuba? Quizás piensen que falta una introducción. El punto de comienzo real debería ser: ¿qué se hace con el racismo en Cuba? La respuesta es triste. No se hace mucho, o más bien, se lo deja reproducir acríticamente.