En términos regionales, la histórica decisión de abrir la investigación por delitos de lesa humanidad en Venezuela es un precedente importante en tiempos en que los sistemas democráticos parecen estar en retroceso.
El principio de precaución que protege al paciente ha sido suplantado por el principio de permisión que favorece a la industria: esta siempre goza del beneficio de la duda.
Sin dudas, esta ley es regresiva y se impone con un objetivo claro, que es comenzar a destruir todos los logros obtenidos en estos 15 años de gobierno progresista.
En un país laico, un Estado de derecho debe asegurar el acceso a las dos opciones (paliativos y eutanasia o suicidio asistido) por encima de creencias personales y honrando la libertad individual.
Queremos un Frente Amplio intergeneracional, paritario, unido, fraterno, horizontal, descentralizado, en diálogo permanente con la sociedad y activo desde sus bases.
Las organizaciones humanitarias responderemos a las crisis independientemente de la causa, pero nuestros esfuerzos por sí mismos no compensarán la falta de acción de los líderes políticos.
Hay una cifra desconocida y silenciada en esta tragedia: la que revela cuántos (y quiénes) son sus huérfanos. Estamos hablando de una generación que, en pocos días, ha perdido a su padre, a su madre (a veces a ambos).
El “momento punitivo” nos obliga a hablar sólo de policía, derecho penal y cárceles. Nos obliga a confrontar sobre estilos de gestión, pero no sobre paradigmas de seguridad.