Hoy el gesto de la política pública es cancelar el encuentro como vía de acceso a la cultura y depositar en los sujetos toda responsabilidad sobre sus trayectorias sociales.
El proceso de recolección de firmas contra la LUC es un ejemplo más de que la lucha del movimiento popular siempre se ha desarrollado en condiciones adversas.
Volver a mirar la calle y el espacio público por barrios aparece como una alternativa real a la de estar encerrados en las casas para niñas, niños y adolescentes.
Este descreimiento que crece día a día en la política y en las instituciones que heredamos de la ilustración alimenta el descreimiento y el crecimiento de alternativas “políticas” mesiánicas o autoritarias.