Posturas
Seducidos y estafados: los buenos señores y las adolescentes pillas
Si hay quienes cargan la culpa a la cuenta de las víctimas es en parte porque les resulta pensable que una adolescente de 16 años se conciba a sí misma como una usina productiva, como una entidad que es al mismo tiempo producto, agente de ventas y de cobranzas.