La LUC tiende no sólo a la desarticulación del Sistema Nacional de Educación Pública, sino que reorganiza el sistema educativo bajo el principio de no diferenciación entre público y privado.
En todo caso, no será un virus sino una nueva avanzada neoliberal la que intentará borrar del paisaje las escuelas, atribuyéndoles costos excesivos o advirtiendo sobre su supuesta vetustez.