
Sociedad
Gigante sin galera
Atalaya privilegiado de la mansedumbre y el bullicio de la bahía y la ciudad, el Palacio Salvo fue creado a modo de agradecimiento a una metrópolis que supo ser amable. Inspirado en La Divina Comedia, albergó desde un teatro a un faro, sin mencionar la cantidad de luminarias que desfilaron por sus pasillos. Hay quienes aseguran que posee un infierno, un purgatorio y un paraíso, igual que su gemelo argentino, el Palacio Barolo