Este denominado “programa” de familias articuladas contraviene todos los artículos de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y en particular la responsabilidad de los estados de aplicar los artículos 5, sobre igualdad y no discriminación, 6, sobre mujeres con discapacidad, y 8, sobre toma de conciencia.
Detrás de este esquema de articulaciones de Seamos, lo que hay es la vieja práctica de entregar niños a padres que los necesitan, y en esa amorosa cruzada suelen obviarse los detalles.