Quizás, de fondo, un primer paso sea preguntarnos sinceramente si como varones tenemos tantas ganas de abandonar nuestros privilegios y si estamos dispuestos a hacerlo.
La pandemia de coronavirus plantea nuevos desafíos para la gestión cultural que redoblan la apuesta por el arte y la cultura como espacios de expresión, de identidad, de intercambio, de convivencia, de participación y de libertad como derechos humanos irrenunciables.