“Hace un año que estamos sin trabajar, lo único que nos dieron fue un crédito para endeudarnos. El gobierno lo único que está mirando hoy es el grado inversor, no le importa si siguen cerrando salones, no le interesa si se queda gente en la calle”, dijo este jueves a la diaria Daniel Serratto, vocero de la Cámara Uruguaya de Salones de Fiestas y Eventos (CUSFE).
Por medio de un comunicado, CUSFE anunció de forma oficial su creación: 150 empresarios que antes estaban en la Asociación de Salones de Fiesta del Uruguay (ASFU) se separaron y formaron la nueva organización. En la nota aseguran que CUSFE “está compuesta por miembros fundadores y ex integrantes mayoritarios de la Comisión Directiva de ASFU, quienes presentamos renuncia a la referida Asociación”.
“Dichos integrantes propiciamos y participamos en todas las reuniones realizadas”, tanto con el presidente Luis Lacalle Pou como con varios ministros, legisladores, intendentes y directores de empresas públicas, dice la CUSFE en el comunicado.
“Por tal motivo solicitamos ser reconocidos y tomados en cuenta para futuras reuniones y comunicados oficiales que sean emitidos por las autoridades competentes. Cabe destacar que nuestra Cámara cuenta con más de 150 asociados en todo el país, tiene autoridades formales y está en proceso de inscripción de estatutos ante el Ministerio de Educación y Cultura”, concluye.
Serratto comentó a la diaria que lo primero que harán, en los próximos días, será pedir una entrevista, con carácter de grave y urgente, con Luis Lacalle Pou, para plantearle la preocupación de la cámara por la situación de estas empresas.
“Vamos a presentar nuestra disconformidad con el gobierno por el hecho de que habilitaron espectáculos públicos pero no dicen para cuántas personas, no dejan claro cuál es el aforo mínimo”, dijo, y contó que pudo averiguar que serán las intendencias las que definirán ese aforo.
Este miércoles, en una conferencia de prensa, el presidente anunció que se habilitaban los espectáculos públicos con el aforo mínimo. Además, anunció que las fronteras seguirán cerradas hasta el 31 de enero. También seguirá vigente la reglamentación del artículo 38 de la Constitución (Ley 19.932), que limitó el derecho de reunión para evitar aglomeraciones.
“A nosotros ni nos nombraron. El gobierno se hace el distraído y mira para otro lado, hay muchas cosas que replantear; por ejemplo, se les da a las empresas de transporte un subsidio para que puedan funcionar con 50% del aforo, pero ¿a nosotros qué nos dan?”, dijo Serratto, y comentó que se los exoneró de 7% en los aportes al Banco de Previsión Social (BPS): “Si tenés para pagar 10.000 pesos de aportes patronales, nos descuentan 700 pesos, en definitiva es una tomadura de pelo”, sostuvo.
El vocero oficial de CUSFE dijo que en la actualidad tampoco les es rentable que se habiliten fiestas de dos horas y media para 60 personas, como sucedió entre setiembre y diciembre de 2020. “Tenemos que volver a hablar con el gobierno para plantear esta situación; además, un dato que no es menor es lo que nos vienen dando hasta ahora, que es lisa y llanamente una burla”, aseguró.
Además de plantear una mesa de diálogo, la cámara pedirá medidas concretas para subsidiar al sector: “No nos sirve que nos habiliten una fiesta de dos horas porque no es viable, ¿quién nos va a contratar?”, argumentó Serratto, y dijo que además del BPS, los servicios y la DGI y están pagando los anticipos de renta; “¿renta de qué? si no se genera nada, lo que está haciendo el gobierno es una inmoralidad, porque cobra cunado no te está dejando trabajar”, afirmó.
Según el empresario, de los 800 salones que había en todo el país antes de que se declarara la emergencia sanitaria por covid-19 ya cerraron 200, y hay otro tanto que está por bajar la cortina. Estimó que estos cierres provocaron una perdida de 50.000 empleos, entre directos e indirectos.