Nelson Leal, un policía de 49 años, falleció este martes en el penal de Libertad como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.

Mientras dormía, los policías escucharon que hacía ruidos similares a ronquidos y cuando lo tocaron notaron que no tenía pulso. Sus compañeros lo socorrieron y pidieron el móvil del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) para trasladarlo a la policlínica de la Administración de Servicios de Salud del Estado que está dentro del predio de la cárcel, donde intentaron reanimarlo sin éxito.

Como el móvil se encontraba cumpliendo otras tareas, fue trasladado en el auto de uno de los policías, quien solicitó para esto “de manera urgente el ingreso de un auto particular a las instalaciones”, según consta en la información policial a la que accedió la diaria.

El policía fallecido, que era de Rivera, trabajaba en un régimen de guardia semana por semana. Es decir, una semana (de martes a martes) trabajaba en la cárcel y la otra semana retornaba a su hogar en el norte de país. En su semana de guardia vivía en la cárcel, en un alojamiento dispuesto para los policías.

Al momento de su muerte, Leal estaba bajo certificación médica porque los días anteriores se había sentido mal y había presentado dolores en el pecho. Aunque estaba certificado, no viajó a su casa en Rivera; se quedó en la cárcel.

La Fiscalía de Libertad de primer turno, a cargo de la fiscal Cecilia Gutiérrez, fue notificada. Ordenó la autopsia del policía y posterior entrega del cuerpo a la familia.

Es el segundo policía que muere este año en el Penal de Libertad por razones de salud. En abril, Luis Alberto Lanz falleció también por un paro cardiorrespiratorio. En ese caso, tampoco estaba disponible el móvil del INR para un posible traslado.

La escasez de vehículos para traslados y las múltiples necesidades que tienen las cárceles es uno de los principales reclamos de los funcionarios. También lo ha sido de las defensas de las personas privadas de libertad, porque son varios los casos en que se ha tenido que suspender instancias judiciales por falta de móviles para el traslado a las audiencias.

Mejores condiciones para los trabajadores

El Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo-Uruguay (Sifpom) emitió un comunicado en el que lamenta el fallecimiento. En diálogo con la diaria, Andrés Gandini, delegado sindical en el sistema carcelario, indicó que la situación “es preocupante” y que se suma a otras situaciones que se vienen atravesando con tensión en la Policía, entre ellas la reforma de la ley jubilatoria y la creciente preocupación por los suicidios de policias. Ambos temas “afectan a toda la familia policial”, sostuvo Gandini.

“Quizás este policía, como el otro que falleció en abril de este año, tuvieran otras patologías, y por eso pasó lo que pasó”, pero las condiciones de trabajo son parte determinante para la salud. “Es parte de la realidad, que es preocupante”, resaltó el delegado de Sifpom. “Lamentablemente, los policías piensan, sus cabezas maquinan y son variantes, al igual que lo es el desgaste mental que proporcionan las cárceles; son detonantes”, subrayó.