El sábado, durante el acto de lanzamiento de campaña del Espacio 609 de cara a las elecciones nacionales, tuvo el bautismo en política la periodista Blanca Rodríguez y en su primer discurso partidario dijo que 6.000 niños nacen en hogares pobres.
A pocos días de su presentación en la sede del Frente Amplio, señaló: “¿Saben que en Uruguay nacen solamente 30.000 niños por año, de los cuales 6.000 ya al momento de nacer son pobres?”. Y agregó: “¿Ustedes saben que somos el país con mayor infantilización de la pobreza de la región? Allí tenemos una deuda enorme”.
Estos datos coinciden con las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) y se obtienen al cruzar el porcentaje de pobreza extrema que mide el organismo para la población de niños de cero a seis años con el último dato de nacimientos anuales.
De acuerdo con el Ministerio de Salud Pública en 2023 hubo 30.589 nacimientos. El INE, por su parte, cifró el porcentaje de niños que viven en hogares bajo la línea de pobreza en 20,1%, esto es uno de cada cinco. Extrapolado el dato, una quinta parte de esos poco más de 30.000 nacimientos vivirían en hogares pobres, lo que implicaría unos 6.148 niños aproximadamente.
Esta cifra implica un aumento respecto de 2019, cuando la cantidad de niños en situación de pobreza se situaba en 17%. Asimismo, esto duplica el nivel de la población general en esa situación, que alcanza al 10,1%. La brecha se amplía a diez veces si se la contrasta con el guarismo de mayores de 65 años, franja etaria en la que solamente 2,2% de los individuos se encuentra en esa situación.
Esto significa que la brecha entre las infancias y la población general es de 2,1 veces, mientras que en el promedio para América Latina esa diferencia es de 1,4 veces, lo que ubica a Uruguay a la cabeza de ese indicador, tal como afirmó Rodríguez.
Un estudio reciente de UNICEF sobre la pobreza infantil en Uruguay destaca que, si bien en los últimos dos años hubo una leve reducción de la pobreza (aunque continúa por encima de 2019), aún existen 150.000 niños, niñas y adolescentes viviendo por debajo de la línea de la pobreza.
Asimismo, el estudio señala que el promedio de ingreso de los hogares con niños bajo la línea de pobreza se sitúa en $46.100 mensuales y en promedio a cada hogar le faltan unos $14.800 para superar el umbral de la pobreza monetaria. Por otra parte, destaca que cada hogar recibe unos $6.700 en transferencias monetarias por parte del Estado, apenas 15% de los ingresos totales. Estas asignaciones alcanzan a 49% del total de los niños del país, cifra que asciende a 88% en los hogares pobres.
En ese estudio Unicef realiza una serie de propuestas para paliar esta situación y calcula que se necesitan unos 355 millones de dólares para solventar la brecha de los hogares pobres para superar el umbral de la pobreza, lo que representaría un 0,5% del PBI.
Los índices de pobreza fueron tema de debate en esta campaña electoral debido al aumento que ha habido en los últimos años en todas las franjas etarias. Si bien se redujo respecto a su punto más alto de finales de 2020, cuando se alcanzó el 11,6% de la población, este indicador aún no recuperó los niveles pre pandemia (8,8%).