Este es un paquete bastante complejo de reformas de carácter ultraliberal, concentrador, autoritario, que promueve la falta de transparencia y la falta de participación, y que tiene un claro tinte privatizador.
Esto podría volver al antiguo intercambio de niños con base en las condiciones materiales de las familias, esto es, “ventas de niños y niñas” en forma indirecta o encubierta valiéndose de las necesidades de muchas familias vulnerables.
En la designación de responsabilidades y la conformación de equipos, la tónica del nuevo gobierno ha sido de una improvisación importante, acompañada de marchas y contramarchas no recomendables.
El sector privado también tiene un rol fundamental que jugar, al mantener el flujo de productos, bienes y servicios esenciales al mismo tiempo que protege la salud de sus trabajadores y de los consumidores.