Sociedad
Para reformar la educación con los docentes
No hay continuidad sistemática ni institucional de la carrera docente como tal. Todos sabemos que se asciende de grado por acumulación de años, y que a lo sumo uno podrá tener un mejor o peor informe de Inspección y fijarse como horizonte ser profesor adscriptor, o bien ser director, inspector o quizá profesor de Formación Docente. La carrera como formación continua no presenta ningún estímulo más allá de la vocación y la chance de encontrar un buen plantel colectivo en algún centro gestionado por un director con características positivas de liderazgo pedagógico. Pero en buena medida esto depende de la suerte que se tenga en la “kafkiana elección de horas”.