La Copa Libertadores movió la aguja para el turismo, a diferencia de lo que había pasado el fin de semana de la Copa Sudamericana. En Montevideo la capacidad hotelera estuvo completa y en Canelones, Maldonado y Colonia llegó a picos que no se veían desde antes de la pandemia. En comparación entre un fin de semana y el otro la actividad “se multiplicó por diez”, estimó en diálogo con la diaria el presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay (AHRU), Francisco Rodríguez, quien remarcó que para las primeras finales hubo unos 3.000 visitantes pero para la segunda la cifra rondó los 30.000.

“La evaluación del fin de semana es muy positiva, no hubo ningún inconveniente; tanto a la AHRU como a la Cámara de Turismo nos tenía preocupados el ingreso masivo en determinados días, porque el aeropuerto y los pasos de fronteras venían de un receso importante, pero pudimos cumplir las expectativas, la gente llegó, pudo ir al estadio, conocer lo que quiso conocer, fue una gran actividad para todo el sector”, comentó Rodríguez.

“En los hoteles hubo una ocupación de 100% y los restaurantes duplicaron lo que había sido el fin de semana pasado, lo que es muy importante. Hubo casos anecdóticos de restaurantes que se quedaron sin carne o vino, que es lo que el turista brasileño consumió, pero en general todo el mundo se fue contento, los directores quedaron muy entusiasmados; el sector está de pie, ahora necesitamos muchos más empujones como este”, detalló el representante.

En líneas generales, según Rodríguez, hubo una importante cantidad de gente que sólo vino por el partido, y esos 15.000 brasileños que ingresaron directamente entre viernes y sábado no son los que más se quedan en la ciudad para consumir, pero otra buena parte se quedó en Uruguay entre tres y cinco días, lo que habilitó, por ejemplo, que el movimiento en el este del país fuera importante.

Asimismo, Rodríguez puntualizó que las zonas turísticas de la capital fueron las elegidas por los brasileños: durante el fin de semana el consumo se disparó en Parque Rodó, Pocitos, Carrasco y el Mercado del Puerto, que tuvo el mayor pico de consumo en los últimos tiempos.

Según datos de la Cámara Uruguaya de Turismo, pasaron por el aeropuerto de Carrasco 115 vuelos privados entre el jueves y el sábado; a Punta del Este llegaron 25 aviones de gran porte y 70 vuelos chárter, mientras que los ómnibus y camionetas turísticas tuvieron 90% de alquiler.

Para Rodríguez estos eventos deportivos fueron una “muy buena vidriera” para mostrar los destinos uruguayos: estimó que en total unos 50.000 brasileños estuvieron recorriendo el país y el evento fue transmitido a muchos países. Esto podría llegar a ser una buena señal de cara a la temporada de verano; según Rodríguez ya “hay consultas” para los próximos meses, y medidas como la vacunación para turistas o la rebaja en los precios de hisopados en los que está trabajando la Cámara de Turismo y el Ministerio de Turismo pueden ser buenos incentivos.

Los comercios también tuvieron varias buenas jornadas con la llegada de los hinchas de Flamengo y Palmeiras. El expresidente y asesor de Cambadu Daniel Fernández dijo a Primera mañana, de la radio El Espectador, que el movimiento “fue bastante dispar, pero para muchos movió la aguja indudablemente. Tampoco tenemos que pensar que fue una locura, hay una capacidad de venta limitada”.

En algunos puntos de la ciudad, como el Mercado del Puerto, que “se desbordó totalmente”, trabajaron muy bien los tres días, dijo Fernández, y agregó que “el comercio en general anduvo bien, pero son sólo dos días de trabajo; además, para mala suerte nuestra, el favorito que tenía más parcialidad perdió, por lo tanto ellos no salieron a festejar”. De todos modos, resaltó que fue “una fiesta fantástica, demostramos que estamos preparados para recibir gente, hubo comercios que anduvieron bárbaro y otros no tanto”.