Vacaciones de julio: seleccionamos algunas propuestas para disfrutar con los más chiquitos

Tras las idas y vueltas con respecto a la fecha de las vacaciones de julio, la oferta de actividades dirigidas a las infancias se reacomodaron y en su mayoría se mantienen. Así, a los espectáculos que hemos adelantado en los últimos números –la música de Gato Renato, la celebración y despedida de Cantacuentos en el Solís y las obras Así reinaba el rey reinante, Los cuentos de Juanita Jalea y Alita y sus cuentos desacomodados– sumamos una oferta más nutrida para la semana central del receso invernal.

Piú Música Viajera en el Under Movie: vuelven con su propuesta lúdico-musical para la primera infancia

Del 8 a 16 de julio a las 11.00 en Under Movie (Luis Alberto de Herrera 3969) se presentará este espectáculo dirigido a la primera infancia. Las entradas se consiguen en la web del Movie a $ 550.

Integrado por Lili Ramos y Natalia Goldberg, en esta oportunidad acompañadas por Camilo Routin, Piú Música Viajera es una propuesta para niñas y niños de uno a cuatro años; según definen sus integrantes, “propone experiencias musicales especialmente pensadas para primera infancia y familias”, con la idea de “vivir la música como un juego”. Se invita a un viaje lúdico-musical por medio de canciones y objetos sonoros que se compartirán entre todos los participantes, tanto grandes como chicos, para jugar y tocar juntos. El espectáculo fue concebido como una experiencia musical oportuna, es decir, “un espacio-tiempo que promueve el encuentro lúdico en familia y entre familias, que potencia y estimula de forma integral el desarrollo de los más pequeños y pequeñas”.

“Piú viene desarrollando propuestas para esta franja de edad desde hace varios años. En esta en particular los materiales que se comparten tienen otras posibilidades de acceso y acción, acordes al desarrollo de estas edades y sus posibilidades de juego”, cuentan. “En esta oportunidad estamos acompañadas por un músico más en escena que aporta tanto a la dinámica de los juegos como a la propuesta musical, que se enriquece. Otra innovación tiene que ver con el horario en que van las funciones, a las 11.00, apostando a ofrecer un espacio y tiempo más cuidado, ya que en la mañana hay pocas propuestas en general, sobre todo dentro del shopping. Buscamos que los más chiquitos estén más cómodos, sin tanto tráfico de estímulos y con menos tránsito de personas”, explican. En cuanto a la sala, comentan que “tiene la posibilidad de reconfigurarse y volverse accesible a nuestra propuesta, con un escenario bajito que nos permite estar cerca para compartir cada juego y cada uno de los materiales que son mediadores y facilitadores lúdicos y del encuentro entre grandes y chicos y entre participantes”.

Una pindó, Olegario y Julieta, ¿qué plantaste? en versiones de L’Arcaza

El espectáculo reúne tres cuentos de la escritora uruguaya Susana Olaondo –Una pindó, sábado 8, lunes 10, domingo 16, lunes 17 y martes 18 de julio, en doble función a las 15.00 y 17.00, domingo 10 a las 15.00; Olegario, martes 11, miércoles 12 y jueves 13 a las 15.00 y 17.00, miércoles 19 y jueves 20 a las 15.00; Julieta, ¿qué plantaste?, viernes 14 y sábado 15 a las 15.00 y 17.00, viernes 21 y sábado 22 a las 15.00)– y se puede disfrutar en la sala de la Asociación Cristiana de Jóvenes (Colonia 1870). Las entradas están en venta por Redtickets a $ 450 y los suscriptores de la diaria pagan 2 x $ 500.

Integrada por Fabiana García, Pablo Albertoni y Richard Riveiro, L’Arcaza es una compañía teatral que se conformó en 1995. En su extensa trayectoria signada por el objetivo de “llevar el teatro a donde nunca llega”, sus adaptaciones de cuentos de la popular autora Susana Olaondo se han instalado como un verdadero clásico de la cartelera para el público más pequeño. Se trata de “una propuesta sutil que valora a niños, niñas y adultos. A través de la calidez de una puesta en escena que celebra la alegría del encuentro y el intercambio con el público con música en vivo, y un trío de actores que aseguran la risa, la sorpresa y la emoción”.

Con respecto a la permanencia y la comunicación con su público que han logrado en estos años comentan: “Es difícil acertar una respuesta correcta. Creemos que mucho tiene que ver con la parte más lúdica que tenemos de estar en escena. Con el juego de hacer que contamos. Por otra parte, nuestra conexión con la platea gracias a las herramientas de la técnica del clown, que usa la mirada siempre a público y la escucha permanente; creemos que esas cosas hacen que tanto chicos como grandes se sientan parte de la obra. Pero, sin duda, tienen mucho que ver los cuentos de Susana Olaondo, que son muy conocidos y que los niños leen en la escuela y en su casa. Todo eso junto hace una experiencia completa”.

Por otra parte, tantos años rodando llevan naturalmente a ir cambiando: “Estas obras de Festivalondo las hemos hecho muchísimas veces en diferentes contextos: patios de escuelas, teatros, salones, tablados, hospitales y hasta livings de casas en algunos cumpleaños. Las obras son las mismas pero siempre diferentes, porque las completan el espacio y el público, que, por cierto, es bastante activo! ¡Por suerte!”.

Al dirigirse a un público de corta edad, captar su atención es parte del secreto: “El desafío siempre es conectar. Conectar con los más chiquitos, y para ello tenemos canciones o bichitos que mantienen la atención. Pero además es preciso conectar con los más grandes: para ellos están los juegos de palabras y el juego más físico y rítmico. El gran desafío es que todos y todas estén pasándola bien. Cuando eso sucede nos sentimos muy felices, porque sentimos que nuestra tarea está cumplida”.

Encanto al Alma regresa a la Zitarrosa: la banda de música para las infancias presenta su espectáculo El plan colibrí

Encanto al Alma vuelve con sus canciones a la sala Zitarrosa, del 12 al 16 de julio a las 15.00 y 17.00, con el espectáculo El plan colibrí, que estrenó el año pasado bajo la dirección de Richard Riveiro y con el que obtuvo el Florencio en la categoría. Con cinco discos publicados y diez espectáculos estrenados, en sus 16 años de trayectoria la banda integrada por Leticia Passeggi, Agustín Alen, Daniel Bentancur y Virginia Pereyra tiene una marcada presencia en el país y en la región, y sus canciones forman parte del repertorio de los más chicos y chicas. Las entradas están en venta por Tickantel a $ 500 y hay 2x1 para suscriptores de la diaria.

En esta obra mantienen el estilo habitual de combinar música, teatro y visuales, con una impronta lúdica que apunta al disfrute y a la participación de los más chicos en el acontecimiento escénico. “El puma y la mariposa, legendarios guardianes de la Tierra, se embarcan en una nueva aventura: develar ‘el plan colibrí’. Para lograrlo precisarán la ayuda de una ‘gran roca’, en la que el colibrí fue dejando pistas, y de los distintos aliados del plan, una tortuga marina, un pulpo y la magia del unicornio, entre otros. En la búsqueda se va dando un devenir de procesos, tejidos de juegos, cuentos y canciones, con desafíos a partir de los cuales la ‘gran roca’, áspera y fría, comienza a transformarse, develando en esta manifestación la profunda intencionalidad del plan”, resumen.

Cocoa presenta Tumbaié

En el Centro Cultural Terminal Goes, del 13 al 16 de julio a las 16.00, la banda de música para niños Cocoa presenta su flamante nuevo disco, Tumbaié,, que está disponible en redes sociales desde el miércoles e incluye siete canciones que “pasean por diferentes ritmos y géneros”. “La primera es ‘Tumbaié!’, que nos invita a viajar por diferentes lugares de América del Sur, con un ritmo de 7/8. En la segunda, ‘Piau’, jugamos con rimas y vals. También hay canciones como ‘Polenta’ y ‘Ciclo lindo’, con ritmos más latinos y bailables. La canción ‘Juguemos a quedar dormidos’ cuenta cómo hacer dormir a una niña o niño. ‘Ranas’ es la más tranquila, donde suenan tormentas y cajas chayeras; con ella Melissa Di Candia ganó el primer premio en la categoría música infantil del Premio Nacional de Música en 2021. Cerramos el disco con un punkrock, una descarga a los caramelos”. “Podemos decir que en los aires del disco somos hijas e hijos de la canción montevideana”, se definen, al tiempo que reconocen influencias diversas: Mariana Ingold y Osvaldo Fattoruso, Canciones para No Dormir la Siesta; propuestas de la región como Barbatuques, Pim Pau, Dúo Karma, Los Tinguiritas; artistas contemporáneos nacionales como Letu Ruibal, Ajó, y muches otres más”.

“Cocoa es una banda de música que a través de sus canciones de autoría propia y de su espectáculo busca promover el juego y la música como vehículo de encuentro, ¡y que cada encuentro sea una fiesta! En este espectáculo jugamos con una palabra mágica, ‘tumbaié’, que da nombre al segundo disco, que es disparador e hilo conductor del show. Una palabra mágica que nos conecta con la música desde el juego y la fantasía”, precisan.

La casa de Villazul en la sala Delmira Agustini: la propuesta de Fabián Marquisio en plan intimista

Luego de una gira por todo el país y de presentarse con la Banda Sinfónica en la sala principal del Solís, Villazul ofrece un espectáculo íntimo en la sala Delmira Agustini del 12 al 23 de julio en doble función, a las 14.30 y 16.30 (los domingos la primera es a las 14.00, y los días 9, 10, 17 y 18 no hay función). Con traducción simultánea a lengua de señas (LSU), sonido e iluminación adaptada, la visita a la Casa de Villazul será una experiencia de cercanía y disfrute para toda la familia. Las entradas salen $ 500 y hay 2x1 para los suscriptores de la diaria.

Sobre el espectáculo de este año Fabián Marquisio dice: “En este caso decidimos hacer algo más íntimo, luego de dos shows grandes, uno en el Sodre con el Coro Juvenil del Sodre y otro en la sala mayor del Solís con la Banda Sinfónica. Armamos la sala Delmira Agustini como si fuera una casa, con un aforo máximo de 80 personas, y la idea es cantar a nivel de público, mezclarnos con los niños e incluso cantar y tocar muchas veces sin amplificación. Lo importante aquí es la cercanía y que las familias sientan que están en un living cantando con nosotros. Es algo diametralmente opuesto a la sala grande. Es realmente un honor para nosotros volver a actuar en el Solís, el escenario mayor de nuestro país. Y es realmente un gran mensaje que el teatro más importante del país apueste a un show inclusivo, que hable de autismo y que muestre que se puede”.

Por otra parte, afirma: “La inclusión es parte fundamental de todos los conciertos de Villazul. Principalmente marcar la línea de que se puede, que no es tan difícil. En nuestro caso tratamos de armar un show que va de menos a más en cuanto a sonido e intensidad. Asimismo, los sonidistas siempre están atentos a señales de molestia entre el público y tenemos canciones que suelen aparecer en medio del repertorio para controlar ansiedades o molestias. También todo el espectáculo está traducido simultáneamente a lengua de señas, se habla en un lenguaje claro y sin sarcasmos. Y la duración respeta la capacidad de atención de la audiencia: solemos recortarlo o estirarlo según cómo se vayan sintiendo. Tiene pocos colores o estímulos fuertes, es más bien acorde a nuestra vida común”.

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