Estrenó el 11 de agosto y va hasta fin de mes, pero es casi imposible conseguir entradas: Frankenstein fue un éxito de público instantáneo. Parte de la serie Nuevos clásicos con la que Gabriel Calderón, director de la Comedia Nacional, encaró la temporada 2023, es una adaptación de la novela que Mary Shelley publicó en 1818, considerada la obra fundacional del género ciencia-ficción.

La versión corrió por cuenta de la bailarina y coreógrafa Andrea Arobba, el escritor y cineasta Pablo Casacuberta y la escritora Gabriela Escobar. Además de mezclar distintos lenguajes artísticos, la obra se presenta en un entorno inusual: el Salón de Actos de la Facultad de Medicina, lo que entra en juego directo con el argumento, centrado en un joven estudiante de medicina que decide crear vida a partir de cadáveres.

“Identifico varias causas que confluyen, como una tormenta perfecta”, dice Calderón acerca del éxito de la obra. “Para empezar, venimos hace un tiempo agotando varias funciones, es decir, que viene un público que está respondiendo bien a las propuestas. Este año, las obras en general agotan, o alguna de sus funciones o varias”, explica en referencia a Edipo rey, La trágica historia del doctor Fausto y La gayina, entre otras puestas de Nuevos clásicos.

“Pero después están esas obras, de las cuales Frankenstein es parte, que agotan su temporada apenas empezar”, admite. “Nos pasó con Esperando la carroza, nos pasó con La gayina, y ahora nos pasó con Frankenstein. A veces se suman, justo en esas obras, intereses particulares. La primera es el título, sin duda, pero la segunda es cuando lo cruzás con un artista que genera su propio interés independientemente del título. Y en esta en particular, identifico a Andrea, por supuesto, pero creo que Pablo y Gabriela, aportan lo suyo”.

Además, está el asunto de la sala: “Se suma toda la Facultad de Medicina y el interés. Nosotros recibimos varios mensajes de estudiantes de Medicina que vivieron años ahí adentro estudiando y ahora quieren volver a la facultad y ver este espectáculo, volver a entrar a ese anfiteatro en particular, ese salón que estaba cerrado. Confluyen varias cosas para que se agote así”.

Aunque resta confirmarse, es posible que antes de fin de año se agreguen nuevas funciones para satisfacer toda esa demanda.