Aumentar la presencialidad es una de las prioridades del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP). En este momento “se evalúan diversas estrategias para hacerlo, se está mirando al mundo y se estudia a nivel técnico, económico y de salud”, dijo a la diaria la directora general de Primaria, Graciela Fabeyro.
La principal estrategia hasta el momento ha sido el diálogo con instituciones que quedan cerca de las escuelas para utilizar esos espacios, un reclamo que viene realizando el colectivo Familias Organizadas de la Escuela Pública desde hace meses.
Según dijo la inspectora técnica de Primaria, Selva Pérez, se está haciendo en las inspecciones departamentales un relevamiento de centros cercanos a las escuelas pensando no solamente en reforzar los espacios de aprendizaje hasta fin de año, sino también de cara al 2021.
Una vez que se determinen los espacios extra hay que atravesar una segunda complicación: los recursos humanos. Más allá de que los estudiantes consigan otro espacio, la maestra sigue siendo una. “En ese caso hay que tener en cuenta cuáles son los recursos docentes de la escuela, no sólo los maestros, también hay profesores de educación física, de arte, de segundas lenguas, maestros comunitarios, de apoyo y secretarios”, ejemplificó Pérez.
De todas formas aclaró que desde la inspección técnica se evalúan “los pro y los contra en cada situación” y subrayó que “no todas las escuelas van a poder hacer cambios, en algunas es viable y en otras no”. Según indicó, en algunas localidades ya se implementa el uso de locales ajenos a la escuela y en otros lugares se está en vías de comenzar.
Se espera que desde ahora y hasta el 18 de diciembre, cuando terminen las clases, las comunidades se apoyen no sólo en el refuerzo de maestros de apoyo para estudiantes que lo requieran, sino en nuevas estrategias didácticas y nuevas metodologías que habiliten el uso de otros espacios, aseguró Pérez.
Sin habilitación para mamparas
Una de las opciones en las que insisten las familias es en el uso de mamparas para dividir a los estudiantes y así evitar el metro y medio de distanciamiento que impone el protocolo. No hay una resolución que habilite a los colegios privados a usar mamparas, pero esa es la realidad de al menos dos colegios de Montevideo, mientras que a las escuelas públicas que lo propusieron se les dijo que no basados en un informe médico.
Ante la falta de una resolución formal, el CEIP abrió en setiembre un expediente planteando la consulta a distintos departamentos sobre la viabilidad. Según afirmaron a la diaria la consejera electa por los docentes, Gabriela Verde, y Fabeyro, ese expediente aún no llegó a discutirse. Fabeyro agregó que “hasta la fecha ningún colegio nos ha pedido informes o autorización sobre el uso de mamparas”.
Verde opinó que los colegios actúan en una zona “indefinida del reglamento”, en tanto la inspección de colegios privados tiene la potestad de supervisar desde lo pedagógico, “pero nada más”. De todas formas, la inspección de privados ya intimó a los colegios a revisar esa medida y asegurar el distanciamiento social, comentó la consejera.
Según Verde, el CEIP tiene la potestad de velar por el cumplimiento del protocolo sanitario en las escuelas y debería controlar a los colegios privados que lo incumplen. Esta independencia con la que actúan los colegios genera “que aumente la inequidad entre públicos y privados, es algo que debería estar sobre la mesa, pero no está”, dijo Verde, quien aseguró que se encargará de agilizar el estudio del expediente.
El visto bueno condicionado de la inspección técnica
Entre las consultas que hizo Primaria estuvo la opinión de Pérez, quien aseguró que “todo lo que signifique preservar la seguridad sanitaria de los niños y que aumente la cantidad de días de clases presenciales va a tener una opinión favorable desde lo técnico; pero, la decisión también pasa por el lado del presupuesto, la seguridad sanitaria y la seguridad física de los niños. Una cosa no puede perjudicar a las otras”, puntualizó.
Para Pérez, que los colegios tomen posturas autónomas implica “el desafío de que tienen que hacerse cargo de las decisiones en caso de que tengan consecuencias sobre los niños”, por ejemplo, en el caso de que se demuestre que aumentan los contagios por falta del distanciamiento que establece el protocolo.
Según la inspectora técnica, la decisión que toman los colegios, “haciéndose cargo de los perjuicios”, genera “más días de presencialidad que en los centros públicos y eso aumenta la brecha entre públicos y privados, cuestión que no debería pasar”. Ese es, en parte, el reclamo del colectivo de las familias.
Pérez agregó que “desde el punto de vista ciudadano, tendríamos que pensar en aumentar los recursos de las escuelas públicas y no en achicar la de los privados, es decir, pensar e intensificar las medidas para los centros públicos y no disminuir las que ya toman los privados”.
Contaminación del aire y ventilación
Cuando la escuela Experimental de Malvín, consultó sobre la posibilidad de tener mamparas su solicitud fue rechazada con base en un informe técnico, consignó Búsqueda semanas atrás.
la diaria accedió al informe fechado el 5 de octubre, que establece que el proyecto no contempla “la probable contaminación del aire si existiese una persona portadora o infectada”. Según la asesoría, la mampara “no evita que la contaminación del aire disemine, a pesar de las barreras y distancias propuestas, al virus en el medio ambiente”. Y agrega: “Esa probable carga viral, en un ambiente con mayor número de receptores aumentaría exponencialmente la posibilidad de que uno de ellos entre en contacto con el virus a pesar de las barreras propuestas”.
Por su parte, Pérez no tenía conocimiento de esta evaluación negativa hecha por el asesor médico del CEIP. De todas formas, insistió en que su aval es técnico y se da siempre y cuando estén las condiciones que aseguren la integridad física de los niños.
El Colegio Inglés y el Crandon son los dos que se conoce que aplican esta medida. Tras la nota de Búsqueda el Crandon publicó un comunicado en su web donde aseguran que se cumplen los protocolos vigentes y que las mamparas permiten “asegurar la ventilación permanente del espacio”. Además, señalan que cuentan con el aval de Virginia González Tasende, técnica prevencionista de la empresa RE & Asociados para utilizar mamparas en tres salones de primaria y en ocho de secundaria (en un total de 80 salones de clase).