La Universidad de la República (Udelar), así como el resto de los entes autónomos y el Poder Ejecutivo, remitió este miércoles su mensaje de rendición de cuentas. En el documento advierte a los legisladores que el presupuesto otorgado el año pasado implica una reducción de 5,9% de su presupuesto en 2021, cifra que trepa a 7% al final del quinquenio. “De no mediar ajustes adicionales a través de la rendición de cuentas, el deterioro presupuestal puede colocar a la educación superior y a la investigación en el país en una situación crítica”, subraya la institución en su mensaje.
Para 2022 la Udelar marca que sus necesidades presupuestales suman 833.963.587 pesos. La mayor parte de ese presupuesto -613 millones- estaría destinada a la línea de “Apoyo y atención al crecimiento de la población estudiantil”; en este sentido propone invertir 533 millones en “fortalecimiento del cuerpo docente y equipos técnicos, administrativos y de servicios”, mientras que los restantes 80 millones serían para becas de grado.
El otro gran monto estaría destinado al Hospital de Clínicas, en varios rubros. El total es 183.963.587 pesos, que se dividen en “Recuperación rubro gastos e inversiones”, “Programa integral de ACV y neurorrehabilitación”, “Programa de rápida resolución de cáncer de mama”, “Mejora en la retención de recursos humanos”, “Rehabilitación poscovid-19” y la “Unidad de cirugía ambulatoria”.
El resto del incremento que piden las autoridades universitarias para 2022 implica 30 millones de pesos para becas de posgrado y siete millones para Institutos Centrales de Investigación, que a su vez se dividen en cinco millones para “Investigación en la generación y producción de vacunas”, y dos millones para “Investigación sobre el impacto social de la crisis”. Asimismo, en el desglose del articulado piden actualizar las partidas de remuneraciones.
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En cuanto a la rendición de lo gastado, informan que “las partidas correspondientes a 2021 se destinaron a financiar la creación de becas de apoyo económico a estudiantes de grado, al fortalecimiento de las ofertas educativas en el interior y el acceso de docentes al régimen de dedicación total”.
¿Qué pierde la Udelar?
La Universidad detalló cuáles serían los principales efectos de no contar con un aumento presupuestal en 2022. “Entre las postergaciones más relevantes se encuentran carreras de grado novedosas con miras a atender necesidades sociales y productivas del país”, aseguran, y desglosan los 12 casos de carreras ya aprobadas que no se concretarían: las licenciaturas en Ingeniería Física Matemática, Ingeniería en Medios, Administración de Sistemas de Información, Psicopedagogía —en acuerdo con la Administración Nacional de Educación Pública— y Educación Artística, entre otras.
Además, las autoridades universitarias advierten que “tampoco se podrá avanzar en la eliminación de las restricciones al ingreso (cupos) en las carreras que, por su poca dotación presupuestal, no pueden aceptar a todos los potenciales estudiantes que expresan vocación por ellas. Esta situación se da, por ejemplo, en carreras de tan alto impacto para el país como las diferentes licenciaturas de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica. Otras carreras corren riesgo de continuidad por carecer de financiamiento permanente. En total, remarcan, son 11 carreras las más afectadas.
Además, ascienden a 18 los programas y actividades no realizables por falta de dotación presupuestal. “Quedarán también relegadas innovaciones en la matriz de políticas institucionales tan importantes como la consolidación de propuestas de centros e institutos de investigación”, informan, y agregan: “Entran en serio riesgo construcciones académicas como el Instituto Polo Tecnológico de Pando o los dispositivos construidos, precariamente, para atender la enseñanza en situaciones de encierro”.
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Asimismo, el mensaje señala que también se verán limitadas, “en términos más generales, la concreción de importantes políticas de inclusión educativa que contribuyen a efectivizar el derecho a la educación de las personas en todo el país”, como por ejemplo las políticas de prevención de acoso y discriminación, la adaptación de la infraestructura o las políticas de atención a la situación de los migrantes.
Incluso, remarca que sin un apoyo económico, “las políticas de desarrollo en el interior del país, para las cuales el Parlamento nacional votó recursos en el Presupuesto quinquenal, sufrirán cierta ralentización con respecto a la planificación original”. En este sentido subrayan que la creación de cursos en el centro-sur del país, así como la ampliación de los existentes, están comprometidos.
Entre otras advertencias que le hace al Parlamento, la Udelar comenta que “la generación 2021 es, por lo menos, 12% mayor en cantidad de estudiantes que la generación 2020. Excelente noticia para el país, problema serio para las políticas públicas: estudiantes más diversos, con mayor exposición a vulnerabilidades, cuentan con menos recursos para alcanzar su derecho a una educación superior de calidad”.
Finalmente retoman tópicos planteados el año pasado: la situación crítica de jóvenes investigadores que no tienen oportunidades de formación razonables o de inserción laboral en Uruguay, la falta de creación de institutos de investigación de primera línea, y la necesaria recuperación del nivel salarial anterior a la crisis de coronavirus.