Sin ninguna modificación y a tres meses de su ingreso al Parlamento, esta semana se aprobó una ley que cambia la gobernanza de la Universidad Tecnológica (UTEC) prevista en su ley de creación, de fines de 2012. Si bien hasta ahora no había sido implementada y desde el inicio funciona un Consejo Directivo Central provisorio, se preveía que en la instalación definitiva de ese organismo estuvieran representados los docentes, estudiantes, funcionarios de la institución, al igual que actores externos. El proyecto aprobado esta semana define una integración del consejo más similar a la del provisoriato, ya que pasa a estar compuesta por tres consejeros nombrados por el Parlamento a propuesta del Poder Ejecutivo -uno de ellos, el rector, que antes iba a ser electo por los órdenes universitarios- y un director de Instituto Técnico Regional (ITR) electo por sus pares.

Más allá de que se crea un consejo académico consultivo en el que los órdenes sí tienen presencia, dichos cambios generaron críticas de varios actores de la UTEC, de la oposición política y de la Universidad de la República (Udelar). la diaria conversó con Rodolfo Silveira, el único integrante del consejo directivo provisorio que fue designado en 2013 y continúa en funciones hasta la actualidad. El consejero entiende que no hay formas de gobierno perfectas para las universidades y, más allá de las críticas que recibieron los cambios votados, entiende que el nuevo escenario será mejor que el actual. Además, respondió cuestionamientos por parte del Sindicato de Trabajadores de la UTEC (Situtec) sobre la forma en que el centro educativo es gestionado.

¿Qué perspectiva se plantea para la UTEC en esta nueva etapa, en la que sus estructuras de gobernanza dejarán de ser provisorias?

Casi todos los modelos de gobernanza en el mundo se están revisando, no hay un modelo perfecto. Hay tres o cuatro modelos entre las universidades públicas y privadas en todo el mundo; la gobernanza es un aspecto importante, porque implica el relacionamiento de las autoridades universitarias con los estamentos internos y el entorno local, regional e internacional.

En el escenario que se plantea hoy [con la nueva gobernanza] ninguna de las cosas fundamentales se toca.

La UTEC nació para cumplir una determinada oferta educativa en el interior del país. A pesar de los esfuerzos que ha hecho la Udelar y que hemos hecho nosotros, 80% de las carreras y de las actividades se concentran en Montevideo. Hay que seguir trabajando en la misión principal de la UTEC, que es dar educación terciaria superior para el interior del país. Eso es lo que se hizo en estos ocho años -nosotros asumimos en febrero de 2013 y en 2014 salieron las primeras ofertas educativas-.

En el escenario que se plantea hoy [con la nueva gobernanza] ninguna de las cosas fundamentales se toca. No se toca el foco de la educación en el interior del país, tampoco el modelo educativo basado más en la resolución de proyectos y problemas que en contenidos; tampoco el modelo híbrido con el que trabajamos. También es una universidad que tiene un gran componente de vinculación con el territorio. No hay ninguna razón, pase lo que pase, para modificar esas cosas.

Lo que tampoco existen más son las carreras largas, en el mundo las están revisando, la gente quiere salir rápidamente de la educación para ir al mundo del trabajo, a la vida real. Eso creo que tampoco se va a tocar, porque no hay ningún indicador que nos diga que eso está mal. También trabajamos mucho un modelo de gestión basado en la confianza, si no tenés confianza intra e interinstitucional es muy difícil funcionar. Por ejemplo, nosotros no marcamos tarjeta en la UTEC, funcionamos con indicadores y metas. Creo que eso tampoco va a cambiar.

¿Por qué hasta ahora no se puso en marcha la gobernanza que establecía la ley de creación de la UTEC?

Obviamente, en un momento no se podía reglamentar por falta de masa crítica, no tenías gente [para integrar el cogobierno]. Quizás 2018 hubiera sido un buen momento, ya había una masa crítica chiquita. Hoy tenemos en total 600 colaboradores -funcionarios docentes, técnicos y de apoyo-, es un número razonable. Unos 4.000 y pico de estudiantes, también un número razonable. En 2018 éramos menos, pero no se hizo por múltiples razones. Yo no voy a arrogarme el atrevimiento de decir por qué, no lo sé.

¿Desde la UTEC pidieron que no se implementara?

Nosotros lo planteamos, lo conversamos en aquel momento con [la exministra de Educación y Cultura] María Julia Muñoz y no había mucho ambiente de cambiar o, mejor dicho, no era una emergencia. Después vino el cambio de gobierno. Desde que empezó la UTEC, llevamos unas 400 reuniones de consejo con actas. En total debe haber unas 6.000 o 7.000 resoluciones, todas ellas por unanimidad, y han pasado varios consejeros.

La gente dice que a la UTEC le va bien, más o menos la opinión es que se construyeron las cosas: están las carreras funcionando, la gente se está recibiendo. Eso se hizo porque la gente labura en territorio; ¿tres consejeros van a controlar una universidad? Es imposible. Es un trabajo colectivo de mucha gente que trabaja en territorio, tanto en docencia y en investigación como en extensión universitaria, que nosotros llamamos “trabajo en territorio”: intercambiar con actores locales, con los otros niveles de la enseñanza.

¿Estos aspectos no pueden cambiar en el largo plazo si el nombramiento de autoridades queda a cargo de los gobiernos de turno?

Siempre es un riesgo, no puedo decir que no va a pasar. Honestamente, no lo sé. A mí personalmente me propuso el Pepe [Mujica], después pasaron tres gobiernos y nosotros siempre pusimos nuestros cargos a disposición y nunca nos tocaron. La vida real indica que seguimos. Sería muy malo que esto se politizara o se partidizara. En la UTEC nunca hubo ningún gobierno que viniera a decirnos qué hacer, eso habla bien del sistema político. Nosotros tuvimos, al comienzo, allá por 2014, un pedido de informes de un legislador, después nunca hubo ni siquiera un ministro que viniera a imponer; más bien hemos salido nosotros a ofrecernos.

Además, los nombres los propone el Poder Ejecutivo, pero para aprobar los del rector y los de los dos consejeros se precisa una venia parlamentaria de tres quintos de los votos. Espero que nombren a consejeros que realmente tengan la capacidad para conducir una universidad o guiarla, porque tampoco mandás mucho en una universidad. Las universidades tienen que tener dos cosas: autonomía -es muy difícil crear conocimiento si no sos autónomo- y lo otro es la libertad de cátedra. Podemos discutir qué es lo mejor para la UTEC, pero no imponerlo, las universidades a verticalazos no marchan, porque, además, vos lidiás con nenes que saben mucho más que vos de cada área de conocimiento. Lo mismo con los funcionarios que hacen gestión universitaria de muy buen nivel.

En el Parlamento hubo unanimidad sobre que el modelo de la UTEC es exitoso, sin embargo, hay colectivos dentro de la universidad, como Situtec, que dicen que eso no es así. Por ejemplo, han cuestionado la transparencia de los concursos.

La UTEC tiene un sistema de ingreso y de ascenso que es totalmente por concurso. Siempre fue así. En la universidad hay tres cargos de confianza: las dos secretarias del Consejo y una secretaria de actas. No hay más cargos que no hayan entrado por concurso. En general, en los cargos de menor jerarquía o de inicio, los tribunales se integran por docentes y personal técnico o de apoyo de la propia UTEC. Yo escuché alguna cosa como que en la UTEC hay “acomodo”. Si hay un solo caso que se denuncie, yo no conozco ninguno, y no somos tantos.

En casi todos los concursos de cargos jerárquicos hay tribunales externos, incluso. Ahora estamos llamando cuatro cargos de los directores de departamento, que vendrían a ser las familias de carreras. Esos tribunales son 100% externos a la UTEC y nunca el Consejo recusó un tribunal de concurso, nunca intervino. Yo integré algunos tribunales de concursos, sí, pero siempre son tres los integrantes.

Yo puedo discutir mil horas sobre si está bien tener cogobierno, pero no decir que en la UTEC se acomoda gente a dedo. No sería posible. Además, son sus propios compañeros los que integran los tribunales. Es duro decir eso, y no es verdad. Tenemos una auditoría interna y cuando no teníamos la capacidad usamos a Deloitte y a KPNG para que nos auditaran externamente. Todos los años vamos al Parlamento a rendir cuentas, y después tenés el Tribunal de Cuentas, que te observa.

Y ojo que creo muchísimo en los trabajadores sindicalizados. Tenemos dos sindicatos. El primero que se formó fue Antutec [Asociación Nacional de Trabajadores de la UTEC], y nosotros les sugerimos a algunos de los funcionarios que se sindicalizaran. Cuando vos tenés un grupo de trabajadores sindicalizados tenés a alguien referente para hablar, si no tenés diez situaciones particulares. Decir que hay acoso gremial, que hay acoso laboral… No quiere decir que no puedan existir casos puntuales, tuvimos un caso de un docente que fue observado.

Tenemos un sistema que hizo unas 3.000 evaluaciones de desempeño. ¿Cuánta gente se desvinculó de la UTEC en estos diez años? Por desempeño, 19 personas. ¿Cuántos pleitearon por esa desvinculación? Nueve. Por ahora, todos han fallado a favor de la UTEC, no de quien fue desvinculado. Hay algunos todavía en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Ese sistema no se equivoca sistemáticamente, porque si no el número debería ser mucho mayor. En todos los casos hay oportunidad y mecanismos normatizados para poder apelar a esa desvinculación.

El sindicato también ha hablado de un excesivo peso de las entrevistas en los llamados, justamente en las que la subjetividad juega un poco más.

Es verdad. Yo no creo mucho en la meritocracia al kilo, fui docente muchos años acá y en el exterior. El papelito siempre sirve y está muy bien, es una forma de mostrar que tenés determinados saberes o educación en tal o cual área del conocimiento. Pero también es verdad que vos precisás un perfil, lo que ahora se llaman “habilidades blandas”. Como tribunal tenés que explorar un poco, así como hacés un psicotécnico, que es una batería de herramientas que sirven para evaluar si la persona tiene las cualidades desde el punto de vista psicológico y conductual para desempeñar un determinado cargo, en la entrevista más o menos es lo mismo. Vos explorás si la persona está capacitada para atender una determinada situación; también si el cargo supone erradicarse. Nosotros tenemos que erradicar docentes de alta dedicación y con gran compromiso en el interior, y eso se explora mucho en la entrevista. Muchas veces el papel frío te dice poco, y todos lo sabemos.

¿Cambia algo si paso el puntaje de la entrevista de 45 a 40? En el fondo yo creo que cambia poco. Con eso no vas a direccionar nada. Si fueras a manipular la entrevista tendrías que manipular a todos los integrantes de todos los tribunales. Al Consejo jamás llegan los contenidos de las entrevistas, lo que llega es el puntaje que le da el tribunal. Que debe haber tribunales -yo mismo en mi vida y quizá dentro de la UTEC- que han elegido mal a la gente, pasa.

Situtec también dice que hay pocos docentes con formación de posgrado.

Sí, es cierto, es una universidad que recién empieza. ¿De dónde sacás gente de logística? No hay doctores en Logística porque no hay carreras. En Jazz y Música Creativa, ¿de dónde vas a sacar tipos que tengan un doctorado en violonchelo? En tecnologías de la información, que es un área importante dentro de la UTEC, mucha gente incluso no tiene terminada educación terciaria.

Estamos haciendo un esfuerzo grande para fomentar mucho la formación permanente, tenemos una Dirección de Desarrollo de Personas -que es capital humano- que se ocupa de los funcionarios docentes, técnicos y de apoyo. Fomentamos mucho que la gente se vaya perfeccionando, tenemos mucha gente haciendo maestría y doctorado. Ahora, también es una Universidad Tecnológica, entonces, yo no espero que haya muchos doctores en Logística, no espero que haya muchos doctores en Mecatrónica, sí espero muy buenos ingenieros.

Hay áreas que no existían hace cinco años. ¿Cuál es un buen indicador de que la formación que das es buena? Cómo se inserta la gente en el sector laboral. 90% de nuestros egresados están insertos en el área para la cual se formaron. Y en lo administrativo, un ejemplo de funcionarios no docentes: una secretaria de uno de los ITR antes era cajera de la Ancap del pueblo, porque no había ningún otro laburo para hacer, si no trabajabas en una tienda. Ella empezó hace como seis años en la UTEC, dio dos concursos dentro de ese instituto y es la secretaria general. No es sólo el sueldo, es la calidad del trabajo. Trabajás en una universidad, ves gurises jóvenes, ves gente del sector productivo, te vinculás, todos aprenden idiomas.

Algunos colectivos docentes y la Asociación de Estudiantes de la UTEC han planteado posturas más críticas con el desarrollo de la universidad, ¿el hecho de incorporarlos al gobierno de la institución no podría ayudar a que muchas de esas diferencias se dirimieran en la interna?

En algunas comisiones que hemos creado, como la Comisión de Acoso Laboral, por ejemplo, están integrados y han sido buenos ámbitos para que algunas de estas cosas se pudieran dilucidar a la interna, que es el lugar donde hay que hacerlo. Es conversando, a verticalazos no camina, hay que convencerse. Hay una cosa que yo veo como positiva: ahora se conforman los órdenes -docentes, de estudiantes y del personal técnico y de apoyo-. No hay egresados y me parece bien, porque ya tienen las asociaciones profesionales, en las que vos interactúas con ellos. Los órdenes van a estar en el Consejo Académico General consultivo, que no es vinculante, yo sé, pero van a tener una representación importante.

¿Será posible que un gobierno de tres personas pueda gobernar de espaldas a un consejo consultivo que realmente sea proactivo y trabaje? Yo espero que no, porque si no le va a ir mal al proyecto, liquidás la UTEC.

También va a haber gente de fuera de la universidad y van a estar los directores de los ITR, de Inefop [Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional], de la ANEP [Administración Nacional de Educación Pública] y del Congreso de Intendentes. ¿Es ese el lugar? Bueno, hasta ahora no había ninguno, vamos a tener que conformar los órdenes, va a haber elecciones y se van a elegir a nivel nacional y regional. Va a haber un ámbito en el que se van a expresar. ¿Será posible que un gobierno de tres personas pueda gobernar de espaldas a un consejo consultivo que realmente sea proactivo y trabaje? Yo espero que no, porque si no le va a ir mal al proyecto, liquidás la UTEC.

En el plan estratégico que está escrito y publicado participaron como 200 personas de adentro de UTEC y como 300 de afuera, porque se salió a hacer una especie de relevamiento de territorio, no lo hizo el Consejo. El Consejo Directivo Central solo no puede hacer nada, por más que tenga todo el poder. No anda así. Si alguien viene a tratar de gobernar de espaldas al consejo consultivo, a la larga no le va a ir bien. Que otro sería el ideal, puede ser que sí, no se dio. No es ni bueno ni malo, es diferente.

Lo que más se dice [de la nueva gobernanza] es que está ligada a la voluntad del gobierno, puede ser. Ahora, [la designación de los integrantes del Consejo Directivo Central] no coincide con el inicio de los períodos de gobierno. Es por cinco años y si se nombran ahora van a caer siempre a mitad de un período de gobierno. No sé si es perfecto, pero es lo que salió. Yo pongo a la UTEC por arriba de todo eso y creo que es mejor a que no haya nada. Si no anda, habrá que cambiarlo.

Si mirás las discusiones y los líos para cambiar las universidades... suelen ser instituciones muy conservadoras, les cuesta cambiar. En los ámbitos académicos, el ego pesa mucho. Siempre embromo con que es mucho más fácil negociar con una empresa que con un académico. Yo fui académico muchos años, fui 20 y pico de años docente de Udelar, me dedicaba a publicar papers, era un científico básico, básico. El ego te mueve mucho más que cualquier otra cosa; plata no vas a hacer, ya lo sabés. Te mueve la vocación, naturalmente, pero también el reconocimiento de tus pares, que te inviten a congresos. Es mucho más difícil lidiar con eso, más allá de la avidez del conocimiento y de toda la buena intención que puedas tener.