Dada la situación con el agua de OSE en la zona metropolitana y las distintas recomendaciones para evitar su consumo en algunas circunstancias, como en la niñez, las instituciones del Estado que trabajan con niños y niñas han tomado distintas medidas para evitar efectos adversos en la salud.

La Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP) definió que las escuelas de Montevideo y Canelones puedan comprar agua embotellada para docentes, funcionarios y niños hipertensos. Según informó Telemundo, la DGEIP planteó que el agua se podrá comprar con las partidas de alimentación de las que ya disponen los centros educativos y también pueden solicitar partidas extra. En suma, la directora interina de Primaria, Olga de las Heras, detalló que la leche en polvo que toman los niños también será preparada con agua embotellada.

En el caso de los centros CAIF, que son gestionados por diversas organizaciones de la sociedad civil (OSC) y funcionan bajo la órbita del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), la situación es distinta. Según supo la diaria, desde algunos centros se solicitó que, en la medida de las posibilidades, las familias de los niños que asisten lleven agua embotellada sin abrir, hasta tanto se encuentre una solución definitiva.

En diálogo con la diaria, Sergio Sommaruga, del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Privada (Sintep), consideró que ese tipo de situaciones son posibles porque el INAU está siendo “omiso” ante la situación con el agua potable. El dirigente sindical reclamó que el organismo emita lineamientos para que las OSC que gestionan los centros actúen con un único criterio.

Sommaruga señaló que si bien en todos los casos el INAU entrega partidas para alimentación, que incluyen la compra de agua, la coyuntura actual implica un gasto extraordinario que cada centro está resolviendo de manera distinta, en función de lo que considera adecuado. En suma, consideró que el organismo “debería dar un mensaje institucional a través de un acto administrativo para que quienes gestionan centros tengan claro que están habilitados a hacer ese gasto extraordinario”.

Por su parte, planteó que, dado el contexto de vulnerabilidad en el que muchos centros funcionan, en la mayoría de los CAIF, clubes de niños y centros juveniles no es adecuado ni realista pedirles a las familias que se hagan cargo de la compra del agua. De constatar este tipo de pedidos, desde Sintep plantearon a los distintos núcleos sindicales que reclamen a la respectiva OSC que “ofrezca soluciones”.

En una línea similar, la directora del FA en el INAU, Natalia Argenzio, dijo a la diaria que este jueves planteará en el directorio del organismo la necesidad de emitir lineamientos claros para los centros que son gestionados por OSC.

Por su parte, el presidente del INAU, Pablo Abdala, explicó que desde el organismo están atendiendo la situación y que, por ejemplo, se aprobó una circular en la que se establecen criterios a ser aplicados por las distintas direcciones departamentales en los centros que son gestionados directamente por el organismo. Según explicó a la diaria el jerarca, allí se dispuso que estos hogares compren bidones de agua para atender el consumo y la preparación de alimentos.

Consultado sobre la situación de los centros que son gestionados por OSC, Abdala respondió que se les ha enviado distintas recomendaciones elaboradas por especialistas y que las organizaciones ya cuentan con partidas para la compra de alimentos, por lo que no sería necesaria la aprobación de ninguna disposición específica. Por su parte, el presidente del INAU señaló que ningún centro debería haber solicitado a las familias que lleven agua embotellada y que el organismo analizará los casos en que eso haya ocurrido. “Entiendo que no debería pasar. Las organizaciones tienen recursos y medios para cubrir esta contingencia; si fuese necesario un refuerzo, no tendrían más que solicitarlo”, señaló.