La última sesión del año del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) tuvo varios temas importantes sobre la mesa. Además del levantamiento de la sanción al exdirector del IAVA Leonardo Ruidíaz y de la definición de algunos cambios menores en la evaluación para 2026, este martes se avanzó considerablemente en la definición del plan de obras para el quinquenio.

Si bien ya se había avanzado en este sentido en la elaboración del pedido presupuestal del organismo, una vez aprobado el Presupuesto Quinquenal por el Parlamento se hizo una priorización de arreglos y obras nuevas en función de los recursos disponibles. Según dijo a la diaria el presidente del Codicen, Pablo Caggiani, una de las principales novedades es que el plan, que en total implicará una inversión de 14.000 millones de pesos –unos 350 millones de dólares– incluirá 113 millones de dólares de una línea de participación público-privada (PPP), con recursos adicionales a los que el Parlamento otorgó a la ANEP.

Caggiani detalló que el listado de obras a concretar se terminará de definir en febrero, pero este martes se llegó a una versión cercana a la final. En ese sentido, de acá a febrero se abrirá una ventana para que las direcciones generales de la ANEP puedan hacer planteos en referencia a obras que consideren de relevancia y que no hayan sido priorizadas.

El jerarca contó que para avanzar en el listado de obras se trabajó sobre la base de las líneas estratégicas de política educativa definidas para el quinquenio y, por ejemplo, se tuvo en cuenta la necesidad de infraestructura para la puesta en marcha de los 60 comedores nuevos que en 2026 comenzarán a funcionar en centros de educación media.

A partir de entonces, los técnicos del organismo cruzaron datos administrativos de la ANEP, principalmente referidos a zonas del país en las que la matrícula excede las capacidades locativas, con datos del último censo. Al respecto, Caggiani explicó que se buscó tener información sobre los movimientos poblacionales dentro de Uruguay y también del nivel socioeconómico de las zonas de referencia de cada centro educativo. En ese sentido, detalló que a partir del trabajo con polígonos de Thiessen “se hizo un mapa de calor de todo el país” en función de esas variables. Luego se ordenó las obras para priorizar las zonas que corresponden a los dos quintiles de menores ingresos y también a partir de la disponibilidad de terrenos para realizar obras.

Especificó que el resultado es una lista de prelación con 217 obras nuevas para el quinquenio, más allá de que luego se podría sumar alguna más en función de los recursos adicionales que se logren en las distintas rendiciones de cuentas o por medio de otras fuentes de financiamiento. Caggiani detalló que los recursos para el plan de obras provienen de la línea de base del presupuesto de la ANEP, del mecanismo de PPP y de la cooperación internacional. Sobre esta último vía, indicó que se trata de recursos que quedan de un préstamo del Banco Mundial y otro del Banco Interamericano de Desarrollo, que, a su vez, otorgó un nuevo préstamo en la actual administración por el que se financiará parte del sistema de becas y también infraestructura.

En relación con los 40 nuevos centros en los que, mediante el sistema PPP, se invertirán unos 113 millones de dólares, el presidente del Codicen contó que incluyen diez polideportivos y dos piscinas que se construirán en coordinación con la Secretaría Nacional del Deporte. Al respecto, aclaró que 20 de esos 40 centros corresponden a la “operación PPP II”, un mecanismo previsto por ley, por el que se puede ampliar las obras ya realizadas bajo esa modalidad. La ampliación, que puede ser de hasta un 50%, debe hacerse por el mismo proveedor de la primera etapa, a través de “una serie de trámites de ajuste de precio”, de forma que el proveedor pueda conseguir un inversor, detalló. Por su parte, los otros 20 centros se construirán a través de un nuevo llamado de PPP.

El jerarca valoró que la inversión de 14.000 millones de pesos que hará el actual gobierno en infraestructura educativa es superior a la del anterior, que en total invirtió 9.000 millones de pesos.

Las obras nuevas se concentrarán en primaria y ciclo básico; de este modo se busca liberar espacios para bachillerato

Más allá de que el listado definitivo de obras a realizar se cerrará en febrero, el jerarca adelantó algunos criterios que se tuvieron en base a los objetivos estratégicos de la ANEP. Según dijo, “lo primero que tiene que mirar la política educativa es quiénes son sus potenciales participantes” y, en ese sentido, las proyecciones del organismo marcan que la matrícula de la educación obligatoria se reducirá a la mitad en las próximas décadas. “Esto hace que tengas que pensar la inversión en infraestructura en relación con este dato que tiene Uruguay arriba a la mesa”, añadió.

Eso llevó a la ANEP a descartar la construcción de nuevos jardines de infantes, ya que en el último gobierno del Frente Amplio se habían construido 50 centros nuevos en ese nivel y, justamente, a raíz de la baja de la natalidad, están entrando 6.000 niños menos por año a la educación inicial. Por lo tanto, las obras nuevas que se priorizarán estarán enfocadas principalmente en Primaria y en centros de ciclo básico de Secundaria y UTU. Caggiani acotó que uno de los principales destinos de los recursos será atender la política de extensión del tiempo pedagógico definida por la actual administración, que apunta a duplicar la cantidad de centros bajo esa modalidad, lo que incluye también la construcción de comedores.

Además, el presidente del Codicen planteó que habrá una apuesta por la construcción de liceos de ciclo básico y centros educativos asociados de UTU, que consisten en la instalación de una escuela técnica en un predio cercano o en el mismo predio del de una escuela primaria, de forma de facilitar la continuidad educativa entre un subsistema y otro. Al respecto, fundamentó que lo que se busca es achicar el tamaño de los centros educativos en ese nivel, ya que “hay evidencia de que el tamaño incide en la calidad y la pertinencia de las propuestas, en el sentimiento de pertenencia y en la posibilidad de seguimiento” de los estudiantes.

Consultado por la creciente demanda pública para la construcción de nuevos centros de bachillerato en zonas como La Teja o Las Piedras, el jerarca planteó que se espera que las nuevas obras en ciclo básico “liberen lugares” en ese tramo y que eso permita “resolver la tensión” en bachillerato, que “es muy poquita”, consideró. Al respecto, indicó que la Encuesta Continua de Hogares marca que nueve de cada diez jóvenes de 17 años está en un centro educativo y, en consecuencia, “la atención sobre la educación media superior está básicamente orientada al mantenimiento”, de forma de atacar el desgaste por el uso de la infraestructura y a liberar espacios de centros de ciclo básico “en aquellos lugares donde la población está tensionando la matrícula de bachillerato”.