Se reglamentó el artículo 167 de la Ley de Presupuesto, que habilita al Ministerio del Interior a contratar hasta 1.000 policías retirados por un plazo de cuatro años, prorrogable por hasta dos años más, para desempeñar funciones correspondientes al subescalafón ejecutivo, en las comisarías de las jefaturas de Policía de todo el país.
Los policías retirados podrán desempeñarse en comisarías, subcomisarías, seccionales policiales, destacamentos, garitas o quioscos policiales en todas las jefaturas departamentales. Como cometido principal deben “cumplir con actividades de observación, prevención, disuasión y represión para impedir la comisión de delitos o faltas”. Además, van a desempeñar funciones de “relacionamiento con la comunidad” para “fortalecer el entendimiento” entre “vecinos, comisiones barriales, actores sociales, centros de enseñanza” con la Policía.
Requisitos para la contratación, derechos y deberes
Para poder ser contratados se prevén varios requisitos. Los policías deben estar en situación de retiro al 1° de enero de 2021, ser parte del subescalafón ejecutivo, y tener máximo 65 años; además, se debe acreditar “aptitud física y mental para el desempeño de las funciones” mediante exámenes.
Al igual que cualquier funcionario público, no puede ser contratado si fue dado de baja o declarado cesante como consecuencia de una sanción disciplinaria, por “ineptitud” física o mental, o si fue sometido a un sumario administrativo que haya tenido una sanción por una causa grave. Tampoco pueden haber sido condenados en una causa penal ni estar sometidos a un proceso penal en el momento de la contratación, por eso deberán presentar el certificado de antecedentes judiciales.
Habrá una Comisión Especial para revisar los legajos, hacer las entrevistas y elaborar una lista de prelación para los inscriptos. Quienes resulten seleccionados, si así se dispone, deberán hacer “cursos de actualización” en la Dirección Nacional de la Educación Policial.
Los policías retirados usarán un uniforme con los distintivos del grado que ostentaban al momento del retiro, que será provisto por el Ministerio del Interior, y se les dará equipamiento policial orgánico (arma y chaleco antibalas, entre otros elementos). Se aclara que no podrán cumplir funciones de servicio 222, un servicio extraordinario de vigilancia que se puede contratar en el Ministerio del Interior.
Contrataciones, salarios y pago de jubilación
Los policías serán contratados con el último grado que tenían cuando estaban en actividad. El máximo grado que se puede contratar es el de oficial principal. La Policía tiene diez grados de jerarquía y, por reglamento, un policía en actividad no puede nunca estar subordinado a alguien que tenga menor jerarquía.
Grados de la Policía
- Agente
- Cabo
- Sargento
- Suboficial Mayor
- Oficial Ayudante
- Oficial Principal
- Subcomisario
- Comisario
- Comisario Mayor
- Comisario General
Según plantea la ley, los policías retirados ingresarán “en la medida en que se vayan dejando sin efecto las contrataciones de becarios, reasignando la disponibilidad” del gasto.
Seguirán cobrando la jubilación y a su vez van a cobrar el salario establecido por la actividad. Se establecen dos categorías salariales: los contratados como agente, cabo y sargento percibirán el equivalente de hasta 60% del sueldo de un agente, que son 25.144 pesos nominales.
Los contratados como suboficial Mayor, oficial ayudante y oficial principal percibirán el equivalente de hasta 60% del sueldo de un suboficial mayor, es decir, 33.678 pesos nominales.
Cambio: becarios universitarios por policías retirados
El subsecretario del Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, habló sobre la iniciativa en el programa radial En Perspectiva este viernes y destacó que el cambio “es parte de cumplir con el compromiso electoral” de reforzar “las unidades básicas” que encontraron cuando asumieron el gobierno “abandonadas y sin policías, y es donde el vecino se acerca para hacer un planteo o una emergencia”. “Hoy hay un becario que toma la denuncia y no alcanza simplemente con tomar la denuncia, se necesita que haya un policía; tenemos una cantidad de policías retirados relativamente jóvenes que podrían estar en estas condiciones”, opinó.
Maciel reafirmó que los policías van a recibir un curso de actualización. En este sentido, dijo que “es importante que realicen la reinstrucción, para que sean aggiornados”, aunque resaltó: “Son funcionarios que ya tienen experiencia y tienen conocimiento”.
Sobre por qué apuntar a retirados en vez de a nuevos funcionarios, Maciel dijo que están llamando a nuevos funcionarios “cada vez que hay vacantes”, pero sin obtener la respuesta esperada. “Hay departamentos en los que no se presenta gente para Policía. Pasa, por ejemplo, en Colonia, que hacemos llamados y no se presenta gente. Tal vez por el salario u otras condiciones laborales no se presentan”. El éxito de esta convocatoria “va a depender de cuánta gente encuentre atractivo volver a trabajar después del retiro”, expresó Maciel.
Según datos de la Dirección Nacional de la Educación Policial, en los últimos llamados masivos que hubo en 2019 para ingresar a la Policía se presentaron 30.000 personas para los 1.100 cupos que se abrieron para agentes y 50.000 para ser policías eventuales, que son quienes trabajan en entes públicos o intendencias. Ese año se presentaron 1.500 personas en 24 horas para 50 puestos de oficiales.
Respecto de los becarios universitarios, Maciel señaló que “no hay una visión negativa”, pero “son personas jóvenes, civiles, no portan uniformes y no están armados”. Entonces, “supongamos que entra un vecino y dice que ve un robo: el becario no está en condiciones de auxiliar frente a un delito flagrante. Ahora vamos a contar con un profesional que pasó por un curso de actualización”, señaló el subsecretario.
En su momento, el exministro del Interior Jorge Larrañaga defendió la contratación de policías retirados para reemplazar a los becarios universitarios en la Comisión de Presupuestos integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes. Dijo que se busca que las seccionales policiales sean “unidades operacionales con componente policial de prevención, disuasión y represión del delito, y no solamente de toma de denuncias”.
Según dijo en su momento, en ese marco es “riesgoso” mantener a los becarios, mientras que los policías retirados “son funcionarios que cuentan con experiencia, que retoman su estado policial”. “Necesitamos policías en el marco del combate contra el delito. Esa es una definición que nos parece sumamente importante”, había resumido el exministro.
Resolución de eventos en comisarías aumentó de 12% a 73,5% con becarios
El programa de becarios universitarios en comisarías empezó en 2016 con el ingreso de 200 estudiantes universitarios distribuidos en todas las seccionales de Montevideo. Su rol era tomar denuncias y asistir o derivar consultas a otros organismos del Estado. Participaron estudiantes de Sociología, Trabajo Social, Comunicación, Derecho, Psicología y Administración.
Durante su primer año de funcionamiento, la experiencia fue “muy bien evaluada” por las autoridades del ministerio, que destacaron “la reducción en el nivel de burocracia, los tiempos de espera y el uso de papel, además de la mejora de la calidad de la atención al público”. La implementación del programa permitió que el nivel de eventos resueltos en las comisarías pasara de 12% a 73,5%.
Al inicio de la gestión, el Ministerio del Interior resolvió no prorrogar los contratos de los 200 estudiantes universitarios que trabajaban en comisarías barriales. Esto generó la reacción y la movilización de estos trabajadores, lo que llevó a que la cartera revea esta resolución.
Rechazo del sindicato policial de Maldonado
La Asociación de Funcionarios de la Jefatura de Policía de Maldonado (Sipolma) rechaza el ingreso de retirados policiales “demostrando que la actual administración desconoce la interna policial pretendiendo con esto querer solucionar la falta de personal”, plantearon a través de un comunicado.
“A nuestro entender es un error inexcusable tratar de reincorporar a ex funcionarios que ya cumplieron un ciclo en la institución, y hoy tienen más de sesenta años de edad”, señalaron. Según indicaron, “el Ministerio del Interior se aprovecha de la necesidad de los retirados ante las magras jubilaciones que estos perciben, reinstalando nuevamente la precariedad laboral en el ámbito policial”. Sipolma planteó que “apuesta al ingreso de nuevas generaciones las cuales se encuentran actualizadas en las nuevas tecnologías”.
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