La fiscalía investiga una denuncia de violación grupal de una adolescente en la Fiesta Celeste, en la que el Partido Nacional celebró la victoria del No en el referéndum sobre 135 artículos de la ley de urgente consideración hace dos semanas. La fiesta fue organizada por el senador suplente Sergio Delpino en su chacra de eventos, en Paso de la Arena, y convocada por la Comisión Departamental de Jóvenes (CDJ) de Montevideo.
Delpino es suplente de Gloria Rodríguez, quien lo respaldó luego de que trascendiera que en su salón hubo una violación. La senadora planteó que su suplente “prestó” el lugar y que “acá no es quiénes lo organizaron, [sino] quiénes fueron los responsables”.
El evento fue promocionado en el Instagram de la CDJ y el afiche explicita: “Invita: senador suplente Sergio Delpino”. Entre otras autoridades, estuvo presente Pablo Iturralde, presidente del Partido Nacional. También asistió Rodríguez.
La adolescente que denuncia haber sido violada, de 16 años, que estaba alcoholizada, accedió a tener relaciones sexuales con dos varones. Perdió el conocimiento y cuando pudo reaccionar, la estaban violando varios varones en el baño del salón de fiestas. Tras lograr salir del baño, se desvaneció y convulsionó.
Desde la chacra llamaron al Servicio de Emergencias 911, que dispuso que un móvil policial fuera al lugar. La adolescente fue trasladada inconsciente por la Policía al Centro de Salud del Cerro, donde recuperó la conciencia y contó que fue abusada sexualmente, cuestión que fue constatada por el médico que la asistió, lo que activó el protocolo de abuso sexual.
La Fiscalía de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia Basada en Género de sexto turno investiga el caso. Esta fiscalía está a cargo de Darviña Viera, quien está de licencia médica y es subrogada por Mariana Alfaro. Sin embargo, inicialmente la fiscalía informó que Alicia Ghione, titular de primer turno, lideraría la investigación. Como Ghione está en una formación fuera del país, el fiscal adscrito Santiago Pioli encaró las primeras horas de la investigación. Días después, la investigación pasó a estar encabezada por el fiscal Federico Pion, adscrito a la fiscalía de sexto turno.
En la semana se tomó declaración a la víctima y a personas que fueron a la fiesta y declararon en calidad de testigos, entre ellas Delpino. No hay ningún indagado porque aún no se pudo identificar a los presuntos responsables. Se espera por el relevamiento de las cámaras de videovigilancia del salón y por las pericias de la Policía Científica. El Partido Nacional aportó a la fiscalía la lista de participantes de la fiesta, gestión que fue llevada adelante por Iturralde.
Se duplicó la capacidad habilitada del salón y no se tramitó el permiso de menores del INAU
La Fiesta Celeste fue convocada a través de redes sociales y se vendieron entradas. En el afiche se promocionó que había una “barra de tragos”.
Según datos a los que accedió la diaria, la capacidad habilitada del local es de 250 personas. La lista que entregó el Partido Nacional tiene más de 400, por lo que se excedió el límite permitido. Aunque la emergencia móvil que el local obligatoriamente tiene que contratar era Eme Uno, se llamó a la Policía para realizar el traslado.
En la fiesta había personas de todas las edades, entre ellas la adolescente de 16 años que denunció haber sido violada. Sin embargo, no se tramitó el permiso para la presencia de menores, que es otorgado por el Instituto de la Niñez y Adolescencia del Uruguay (INAU).
Pablo Abdala, presidente del organismo, dijo a la diaria que “a los efectos del INAU, la fiesta era privada, por lo tanto, no requería autorización”. Según explicó, “tampoco podrían haber concurrido los inspectores de Espectáculos Públicos, por la misma razón”. Abdala mencionó que, “ante la situación de abuso sexual y la constatación de una víctima menor de edad, el INAU se interesó y se puso a disposición de la fiscal, como es habitual en estos casos”, pero “hasta el momento no se ha pedido ningún tipo de intervención”.
El Digesto de la Intendencia de Montevideo (IM), que es la normativa que rige en el departamento en que ocurrió el evento, define qué es un espectáculo público: “Se considerará espectáculo público todo acto que tenga por objeto provocar la concurrencia de personas, mediante atractivos dirigidos a suscitar la contemplación, el deleite o esparcimiento, habiendo sido previamente convocado, planificado, publicitado y/o programado. La sola emisión de música en locales cuyo giro principal no fuera este ni fuera la realización de bailes no se considerará espectáculo público, siempre que dicha emisión no sea ejecutada en vivo ni supere en la fuente los niveles sonoros que determine la IM”.
Si bien Abdala planteó que “se trató de una fiesta privada”, el evento fue un “espectáculo público” porque la fiesta fue convocada por la CDJ y el senador suplente del Partido Nacional, planificada, publicitada a través de redes sociales –con la consigna “Tanta militancia merece que la festejemos juntos”– y programada. También se vendieron entradas, lo que excede a una fiesta privada. Además, según fotos publicadas por la juventud de la Lista 71 y eliminadas luego de trascendida la denuncia, hubo música en vivo: tocó La Cumana.
La reglamentación vigente está disponible en la página web del INAU. Allí se establece que el organismo reglamentará y regulará la concurrencia de menores a locales de baile y espectáculos públicos de cualquier naturaleza.
Según fuentes del INAU, todo evento que permita la entrada de adolescentes debe poner en conocimiento al INAU mediante la tramitación del permiso de menores o comunicar al organismo la existencia del evento, lo que permite la fiscalización. Además, el INAU puede presentarse a fiscalizar una fiesta privada y, previa autorización, puede ingresar. Cuando confirma que es una fiesta privada, se retira. Ante la sospecha de que un evento que se plantea como una fiesta privada es en realidad un espectáculo público, si no se les permite voluntariamente a los inspectores del INAU, desde Espectáculos Públicos se puede realizar la denuncia policial correspondiente para que pase a la fiscalía y se solicite, previa autorización judicial, el ingreso.
El permiso de menores se otorga cuando el organizador del evento se presenta ante el INAU con toda la información legal pertinente y, en cumplimiento de todas las habilitaciones necesarias, se garantizan las medidas básicas de seguridad para el ingreso y la permanencia de menores. En caso de contar con “barras” o “cantinas” en el local, se debe presentar información de quién las administra y qué se va a comercializar, y se debe cumplir con la normativa de absoluta prohibición de vender o proveer bebidas alcohólicas a personas de menos de 18 años.