Cultura
El violinista llega al escenario, comienzan melodías tímidas de vientos y explota un aplauso efervescente cuando la figura generosa del Gucci entra en escena. Nacido hace 31 años en Pocitos como Gustavo Serafini, el Gucci es una esquirla del boom de la música tropical y aledaños que sorprendió al país en los últimos dos años. Lo suyo no es cumbia cheta ni cumbia chota. Su banda, Los Asesinos del Sabor, tiene ocho músicos -trombón, dos trompetas, percusión, pailas, contrabajo eléctrico, teclado y violín- que relojean partituras y que, como muchos integrantes de orquestas tropicales, pasaron por la formación académica. “Yo toco plena”, diría dos horas después en el backstage, rodeado de familia, amigos y fans sedientos de selfies. Nada de cajas de ritmos, ni sonidos pregrabados, ni playback.
-
23 de noviembre de 2015