Este lunes comenzó la 47ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, y en su discurso de apertura la alta comisionada en el tema, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, anunció que “para recuperarnos de los mayores y más graves retrocesos en materia de derechos humanos que hayamos visto nunca debemos tener una visión que cambie la vida y una acción concertada para seguirla”.
“La pobreza extrema, las desigualdades y la injusticia están aumentando. El espacio democrático y cívico se está erosionando”, advirtió al iniciar el consejo, que se extenderá por tres semanas, y apuntó a los líderes y tomadores de decisiones del mundo a transitar un camino que lleve “a un futuro inclusivo, verde, sostenible y resiliente”. Destacó que “es vital establecer sociedades en las que los responsables políticos den prioridad a la lucha contra las desigualdades y a la promoción de los derechos”.
Bachelet retomó el pedido del secretario general de la ONU, António Guterres, y dijo que es importante avanzar hacia “un instrumento de integración de los derechos humanos de una fuerza sin precedentes, que creará un impulso y una influencia para una integración mucho más fuerte de los derechos humanos en el trabajo de toda la ONU”.
Violaciones de los derechos humanos en la región
La alta comisionada hizo un repaso de todas las violaciones de derechos humanos que se han constatado en el último año alrededor del mundo. En la región remarcó los casos de México y Colombia. Sobre el primero señaló el “alto nivel de violencia política” durante la campaña de las elecciones legislativas mexicanas que se celebraron a comienzos de mes.
“Al menos 91 políticos y miembros de partidos, entre ellos 36 candidatos electorales, fueron asesinados durante el período electoral que comenzó en setiembre de 2020”, dijo Bachelet, y denunció ataques y amenazas contra políticos y violencia sexual y de género contra mujeres.
Sobre Colombia remarcó las protestas antigubernamentales que estallaron en abril y recordó que desde su oficina se “ha expresado la grave preocupación ante las acusaciones de serias violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad”, indicó.
En Colombia, según los datos que subrayó la jerarca de la ONU, del 28 de abril al 16 de junio se registraron 56 muertes (54 civiles y dos agentes de policía), especialmente en la ciudad de Cali, y se contabilizan 49 víctimas de violencia sexual. Sin embargo, autoridades civiles y la Defensoría del Pueblo colombiana aseguran que al menos hay 61 personas fallecidas, consigna AFP.
Bachelet indicó que “aunque la mayoría de manifestaciones fueron pacíficas, se registraron algunos episodios de violencia”, e instó al “diálogo para resolver la crisis”. Según se señaló, en el discurso de apertura Bachelet no mencionó la situación de Nicaragua ni la de Venezuela porque serán tópicos a desarrollar en profundidad durante la sesión.
Se destacan las denuncias en Rusia, China y Etiopía
Entre otras situaciones a nivel internacional, la alta comisionada destacó las de Rusia, China y Etiopía. Bachelet se mostró “consternada” por las medidas del Kremlin que “socavan aún más el derecho de las personas a expresar opiniones críticas y su capacidad de participar en las elecciones parlamentarias previstas para setiembre”, y exhortó a ese país a ajustarse a las normas internacionales y defender los derechos civiles y políticos de sus ciudadanos.
Con respecto a China, la alta comisionada de la ONU dijo que espera tener un “acceso significativo” en su próxima visita a la región china de Xinjiang, ya que se han reportado “serias violaciones de derechos humanos” contra la minoría musulmana uigur, recuerda EFE. En su discurso Bachelet se detuvo particularmente para hablar de Hong Kong y alertó sobre el “escalofriante impacto” de la drástica nueva ley de seguridad nacional implantada hace un año.
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Bachelet dijo estar “profundamente perturbada” por las violaciones de derechos en Tigray, Etiopía, que incluyen de forma sistemática ejecuciones de civiles, violencia sexual contra niños y desplazamiento forzado. La jerarca de la ONU recordó que hay una investigación en curso y espera que finalice en agosto para hacerla pública. Resaltó que a pesar de la promesa de los soldados eritreos de dejar la región de Tigray hace un mes, aún están sitiando el lugar y se reportan “violaciones de los derechos humanos” de forma continua.
Bachelet advirtió sobre la desigualdad que generaron las medidas para controlar la pandemia
“El rol central de los estados durante una pandemia y otras emergencias sanitarias es conseguir una respuesta sanitaria robusta mientras que respetan los derechos humanos”, sostuvo Bachelet, y consideró “preocupante” que los países centren sus recursos en el corto plazo en vez de buscar invertir en múltiples áreas para enfrentar mejor los desafíos del futuro.
Muchos países en desarrollo, ya en deuda y con estrés financiero antes de la pandemia, se enfrentan a limitaciones físicas severas para responder de manera efectiva a la crisis sanitaria y a su impacto.
La deuda económica de muchos países en desarrollo para enfrentar la pandemia pone a prueba y acentúa las desigualdades, comentó la alta comisionada, quien destacó que, “en consecuencia, muchos están atrapados en un dilema entre una crisis de deuda o una crisis de desarrollo y derechos humanos”.
Según Bachelet, se “fracasó” al intentar tener un enfoque de derechos humanos en la respuesta a la emergencia sanitaria, y esto provocó “consecuencias serias” para el desarrollo, por eso pidió a los estados miembros que aumenten el apoyo a través de los sistemas de seguridad social y de salud.