El plenario del Senado comenzó una hora más tarde de lo previsto, cuando el punto a discutir este martes es la reforma de la seguridad social impulsada por el gobierno. La demora se debió a que no había suficientes senadores de la coalición de gobierno para llegar al quórum necesario.
A una hora de convocada la sesión, el @SenadoUy está sin quórum porque el oficialismo no tiene suficientes senadores en sala para sesionar.
— Frente Amplio (@Frente_Amplio) December 27, 2022
Es tradición que el quórum lo define el gobierno.
Así se hacen responsables del proyecto de reforma jubilatoria. pic.twitter.com/j1tmHOENEe
En los alrededores del Palacio Legislativo había distintas manifestaciones, tanto de militantes del Frente Amplio como de sindicatos y el PIT-CNT, que convocaron a concurrir a las barras del Senado a expresarse en contra de la reforma jubilatoria. Pasadas las 15.00 el senado entró en un intermedio y retomará la discusión en la tarde.
Para defender el proyecto tomó la palabra el senador nacionalista Sergio Botana, que se encargó durante unos 40 minutos de argumentar por qué votar la reforma es “un acto de responsabilidad” de un “Uruguay que piensa en las generaciones futuras”.
El senador comenzó trayendo a colación datos demográficos que indican que la baja de la natalidad, sumada al prolongamiento de la esperanza de vida y a la caída de la tasa de egreso de secundaria generan “un desafío económico y social muy duro en los próximos años” que viene de la mano con el “fuerte desfinanciamiento endógeno del sistema público previsional así como el de casi todos los subsistemas paraestatales”.
Según Botana, el proyecto del gobierno “busca revertir estos efectos y simultáneamente elimina inequidades vinculadas a la falta de necesidad de aportación suficiente para configurar causal, poniendo en valor los años aportados, aunque no alcance la cantidad mínima” y “se crean beneficios inexistentes como el del subsidio solidario”.
Para el senador nacionalista “la reforma es necesaria, ineludible; lo decimos nosotros y los referentes históricos de la izquierda. Quiero elogiar en ese sentido la sensatez de los dichos, la visión de estadistas de Tabaré Vázquez, José Mujica y Danilo Astori”, dijo antes de repetir varias frases de los dirigentes relacionadas con el tema.
Entre los puntos destacados de esta reforma, según Botana, está el hecho de que “todos vamos a tener cuenta de ahorro individual, no será exclusivamente para unos pocos, [aunque] el aporte a las AFAP igual será menor”. Subrayó también que aprobar una reforma con tanta anticipación posicionará mejor a Uruguay en el pedido de préstamos y en la calificación de riesgo.
Siguiendo en la línea de los beneficios, Botana señaló que “la reforma iguala regímenes jubilatorios, elimina privilegios, no separa por profesiones, sino que une destinos, permite que las cajas de los profesionales sigan actuando y atendiendo a los suyos, las protege de sus quiebras por 30 o 40 años y le da la tranquilidad al afiliado que su caja no se funde y se va a poder jubilar él y proteger a su familia”.
De todas formas, hizo un paréntesis sobre las cajas profesionales para referirse a la Caja Notarial. Aseguró que se votará con el acuerdo de todos en el Senado, pero que el artículo particular que hace referencia a esa institución “va a recibir modificaciones en la Cámara de Representantes, será el acuerdo de la Caja con los propios diputados, vamos a llegar a los acuerdos sobre esa Caja que vaya que ha demostrado seriedad y merece tener un tratamiento especialísimo”.
Continuando con los motivos para votar esta reforma, Botana aseguró que “a los trabajos calificados como penosos se los permite jubilarse antes” como el caso de los trabajadores de la construcción y afines, y destacó el aporte del senador frenteamplista Óscar Andrade, que “fue fundamental” en la comisión al dar “alerta sobre ese tema”.
Además, el senador dijo en su informe que “la reforma le abre la posibilidad de jubilarse a quien por la tarea que desempeña tiene discontinuidad de aportes”, también destacó que a las personas que terminen con una discapacidad por el trabajo cobrarán la jubilación como si no se hubiera interrumpido el aporte, y tendrán un adicional de 20% si tienen hijos a cargo y otro 20% si la discapacidad es severa, “sin tener que elegir entre cobrar la jubilación o la pensión”.
También destacó que las madres computarán años de jubilación por cada hijo y eso se multiplica por tres si tienen alguna discapacidad, y agregó que los padres pueden acordar repartir entre sí estos puntos para la jubilación.
Finalmente, destacó que con la reforma “la gente pueda recibir su jubilación y trabajar al mismo tiempo sin esconderse, eso a partir de hoy mismo y que los aportes que hagan sigan valiendo y mañana reciba el producto”.
Botana profundizó en los cálculos matemáticos que hacen al aporte jubilatorio final y terminó concluyendo que “los más infelices serán los más privilegiados”. “Nadie estará peor, todos estarán mejor, solo que después de los 65 años, pero recordemos que hoy el promedio de edad de jubilación es los 63 años”.
El comentario final de Botana buscó resumir su oratoria: “Votamos una reforma para que los trabajadores del futuro también se jubilen, que ayude al niño, a la mujer, a la persona con discapacidad, a los trabajadores con dificultades para generar causal, en la que los jubilados cobrarán más unos años después, que siembra igualdad, que aumenta la jubilación al pobre y asegura la de todos, que disminuye la cuota parte del trabajador que va a la AFAP, que piensa en el desvalido, piensa en los uruguayos que no han nacido”.
Los ganadores y perdedores, según el FA
La senadora del FA Silvia Nane presentó el informe en minoría y señaló que durante todo el proceso de estudio de la reforma de seguridad social -el diagnóstico y las recomendaciones de la Comisión de Expertos de Seguridad Social (CESS), el anteproyecto y el actual proyecto- hubo “varios filtros y muchos acuerdos políticos, muchos de los cuales vamos a ver las consecuencias en un tiempo no muy lejano”, acotó, en referencia al proyecto de ley que presentó el Poder Ejecutivo, promovido por Cabildo Abierto, para retribuir a las víctimas de la guerrilla y que se discutirá este martes en comisión.
“Lo que decimos es que a partir del diagnóstico final, ese que no compartimos, y a partir de estas recomendaciones, que tampoco compartimos, otro proyecto de reforma pudo haber sido posible y si no lo fue, se debió a las decisiones políticas y los acuerdos de la coalición”, apuntó.
“¿Cuál es la receta de esta reforma?”, se preguntó Nane, y enumeró: “Aumentar la edad de retiro; aumenta la exigencia de los años aportados; reducir los montos en las prestaciones; aumentar el caudal de afiliados a las AFAP, haciendo una pirueta argumental de la libertad digna de reconocimiento”, ya que el gobierno se embanderó “contra la libertad para ir contra la inclusión financiera” y “resulta que ahora la gente va a las AFAP con una inclusión obligatoria y al barrer, sin tener chance de definir nada”.
Para la senadora del FA, la “receta multicolor” de la reforma de seguridad social actual es “bastante parecida a la del 96”, aunque “un poco más profundizada y extendida” porque “hay más colores políticos para satisfacer acuerdos”. Nane puntualizó que la reforma tiene mucha menos participación, mucho menos diálogo, muy poco análisis de impacto, nada de consideración de los ingresos al sistema, ni una medida acompañada de su cuantificación económica” y contó que durante las tres comparecencias del Poder Ejecutivo a la comisión parlamentaria ni el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, ni la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, mostraron “cálculos que permitieran concluir que todas las jubilaciones aumentarán”.
Por último, Nane señaló que era necesario preguntarse quiénes ganan y quiénes pierden con la reforma, y mencionó entre los primeros a las AFAP, ya que se amplía el negocio de la capitalización individual, de manera universal y obligatoria. “Se incluyen todos los nuevos trabajadores a partir de los seis meses de vigencia de la ley [...] esto no es ni dentro de 10 años, ni dentro de 20”. También “ganan también quienes tienen más años de beneficios, como los retirados militares”, y “quienes no quieren la negociación colectiva, quienes no están dispuestos a compartir los costos de cambios que tanto reclaman”.
“¿Quiénes pierden? Quienes no tienen acceso a esos requisitos que son más exigentes, no pueden cumplirlos por las condiciones de trabajo que tienen o no trabajo o precariedad. El informe de Cinve y varios otros estudios realizados por el Instituto Cuesta Duarte indican que se implica un retroceso en la cobertura, porque va a haber una reducción de personas con 65 o más años que accedan a una prestación”.
Asimismo, señaló que el aumento de la edad normal de retiro tampoco afectará a todas las personas en la misma proporción, “porque existe una cantidad significativa de cotizantes cuyas historias laborales son incompletas. No llegan a los 60 años de edad con los 30 años requeridos de servicio”.
Durante su intervención, el senador frenteamplista Alejandro Sánchez dijo que la reforma “es una carta de los reyes magos”, “una expresión de deseo”, porque rompe “las matemáticas, que son una ciencia exacta, diciendo lo siguiente: ‘Voy a gastar menos, pero todos van a ganar más’. Fantástico. Es una receta maravillosa, que no se sustenta”.
Para Sánchez, se trata de un proyecto que no asume su objetivo: “recortar el gasto y que siempre pierdan los mismos”, haciendo referencia a que los trabajadores deberán financiar la reducción del gasto previsional. “Están pidiendo a muchos trabajadores y trabajadores, a los más jodidos y que tienen más dificultades, que laburen cinco años más y que cobren menos”, apuntó.
En suma, sostuvo que es un “proyecto malo”, que se vota entre las fiestas –“entre pan dulce y pan dulce”-, que no es “integral”, que “sólo piensa en recortar el gasto y caerá en el lomo y mochila en los de abajo”. “Nos encontraran siempre, en el Senado, en la Cámara de Diputados, y en la calle tratando de terminar o parar una reforma que lo único que hace es quitarle derechos a la gente”, culminó su intervención, y los presentes en las barras se pararon a aplaudirlo, que posteriormente fueron desalojados por la vicepresidenta.
Domenech: “El proyecto me despierta algunas objeciones”
Por su parte, el senador cabildante Guillermo Domenech sostuvo que es el proyecto más complejo que trató el Senado en esta legislatura, y mencionó, por ejemplo, informes “contradictorios” que hacen que prevalezcan las dudas sobre “si las jubilaciones van a subir o van a bajar”.
“Voy a acompañar este proyecto de ley que impulsa el Poder Ejecutivo, pero no sería honesto conmigo mismo si no dijera que el proyecto me despierta algunas objeciones”, apuntó Domenech y marcó su “particular discrepancia” con que se incorpore dentro de la reforma a la Caja Notarial.
El senador de Cabildo Abierto sostuvo la reforma obligará a “desviar 15 millones de dólares anualmente a las AFAP”, aunque “el mismo proyecto propone que se compense con sumas que se abonarán de 30 a 40 años”. Acotó que no es “conveniente, ni justo, para la Caja Notarial, ni para el resto de la ciudadanía, que nunca tuvo que aportar a la seguridad social notarial y que ahora indirectamente tendrá que hacerlo para compensar el desvío de fondos de los aportes a la Caja Notarial hacia las AFAP”.