Cinco días pasaron desde la 27° Marcha del Silencio, la primera en dos años tras el impedimento de realizarla en las calles por la pandemia de covid-19. Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos realizó una conferencia este miércoles a modo de agradecimiento y reflexión de lo que fue el 20 de mayo.

En la Asociación de la Prensa Uruguaya, donde se realizó la conferencia, la primera en tomar la palabra fue Milka González, madre de Ruben Prieto, que agradeció “profundamente a todos los que se movieron por este tema” en una marcha que calificó como “tremenda”. Luego, María Bellizzi, madre de Humberto Bellizzi, quien días antes de la marcha fue declarada ciudadana ilustre de Montevideo, también agradeció la convocatoria y dijo que le recordó “al acto del Obelisco por la inmensidad, por la multitud de gente que ha estado”. Bellizzi decidió enfocar su agradecimiento “hacia la juventud”. Los jóvenes, sostuvo, “son la fuerza viva de todo este movimiento, que no seríamos nada si no fuera por ellos”.

Cerradas las oratorias de las madres del movimiento, fue el turno de Elena Zaffaroni, una de las voces más presentes de Madres y Familiares. “Todo lo que se consiguió mostrar este día es el respaldo al ‘¿dónde están?’, al ‘basta de impunidad’, algo que a esta altura convoca “no solo a los que lo vivimos y que hace añares, como nuestras madres, siguen buscando qué pasó con cada uno de sus hijos”, sino que fue “algo que recorrió el país”. Zaffaroni puso la mirada “en los gobernantes” como quienes tienen la responsabilidad ahora y ver “qué respuesta van a dar a esta demanda, que hace ya mucho que no es sólo nuestra, pero que este 20 demostró que es [de] muchísima gente”.

Zaffaroni también resaltó “la movida del deporte” y lo que sucedió en el Palacio Peñarol durante el enfrentamiento entre Peñarol y Aguada por las semifinales de la Liga Uruguaya de Básquetbol, donde la hinchada sostuvo imágenes y banderas alusivas a la búsqueda de los desaparecidos. Además, la activista rescató la movida del colectivo Imágenes del Silencio, que repartió 22.000 fotos entre los presentes, lo que dio “una pertenencia a los desaparecidos” más allá de sus familiares.

Según Zaffaroni, las “secuelas de la dictadura, de la impunidad que comenzó con la ley de caducidad”, han “derramado de una manera muy fuerte en la sociedad” y “los nacidos posdictadura son hijos de la impunidad”, puesto que se han “naturalizado” los crímenes cometidos por el Estado, un “Estado terrorista”, como lo definió Zaffaroni. Crímenes que “fueron perdonados al no ser juzgados” y “ocultados como están ocultos los cuerpos de los desaparecidos”.

Desde otras trincheras

“Si se votara esto en el Parlamento, sería una cuestión totalmente inmoral, porque estamos hablando de que hay una veintena de presos en Domingo Arena que muchos de ellos son confesos asesinos y desaparecedores”, sentenció Nilo Patiño cuando la prensa consultó a Madres y Familiares acerca del proyecto de ley de Cabildo Abierto que busca dar prisión domiciliaria a mayores de 65 años, lo que beneficiaría a los militares presos en la cárcel de Domingo Arena.

Que aún se discuta esto, sostuvo Patiño, “es producto de que el gobierno ha negociado y de que de alguna manera la coalición necesita los votos del partido militar para aprobar determinadas cosas”.

Otro hecho que Patiño consideró pertinente resaltar es que a la vuelta de la esquina está la renovación de las autoridades de la Institución Nacional de Derechos Humanos, algo que esperan que no se trate “negociando políticamente minorías con mayorías, sino desde el punto de vista ético y moral”. “No se pueden negociar los derechos humanos en una transa”, añadió.

Al ser consultada por la situación que se vivió en el Senado, cuando el senador nacionalista Gustavo Penadés dijo no sentirse representado por la remera de “Todos somos familiares” que usaba la presidenta de la Cámara, Amanda Della Ventura, Zaffaroni entendió que “eso habla por sí sólo”.

“El senador Penadés dijo que la camiseta de ‘Todos somos familiares’ hiere la sensibilidad de su partido, y yo creo que votantes de su partido se vieron convocados para pararse en otro lugar”, sentenció.

Respecto a qué esperan de las excavaciones, Zaffaroni entendió que “esperar no es la palabra”, sino que se trata de “lo que estamos exigiendo”, en el sentido de que “es lo que deberían hacer” por tratarse de “una responsabilidad que no han cumplido”.

“El trabajo que hacen los antropólogos continúa, pero lo que no tienen es información”, sentenció Zaffaroni.