El problema de fondo a resolver es cómo la pregonada libertad que pretenden las cámaras empresariales no trasunta el oscuro objeto del deseo de liberarse de todo compromiso de negociar con las organizaciones sindicales.
No son estos los temas centrales del debate pedagógico, que continuará. Pero no habrá transformación educativa si no encontramos soluciones para los temas emergentes.
Si hemos realmente aprendido algo de esta epidemia, algo trasladable a la vida diaria, es que las medidas no farmacológicas para detener la transmisión de virus son trascendentes.
La actual contienda electoral que se vive por estos días en el país cafetero para escoger a su nuevo presidente permite, como nunca antes en la historia del país, plantear que es la hora de las izquierdas.
El progreso científico no estriba en un camino hacia alguna explicación verdadera del mundo, sino en el avance desde un estado anterior con menor capacidad de resolución de problemas.