La sociedad de la transparencia no cambia ni mejora las relaciones de poder y las desigualdades sociales, sólo las registra y las expone en sus múltiples pantallas dentro de las pantallas.
Las capacidades que tiene una organización de generar, mover y utilizar los datos que requiere para su funcionamiento son a la vez las que condicionarán su transparencia.
Si Saldain dice que el “gasto” social se va a reducir en 2 puntos y algo del PIB, ¿quién paga esa reducción? Si ya sabemos que no la paga el capital, no caben dudas de que quien lo hará es el trabajo.
Las partidas presupuestales adicionales que vienen en esta rendición no alcanzan a cubrir los recortes practicados en los primeros dos años y medio de gobierno.
La historia de Héctor nos invita a componer una memoria plural que dé voz a las formas en que la violencia de Estado afectó directamente a niñas, niños y adolescentes en dictadura.
Ahora resulta que ocurrió un resultado que nadie quiso, que la mano invisible de la burocracia entregó en mano un pasaporte, en una cárcel, a un narcotraficante con antecedentes y buscado por la Policía, Interpol y la DEA