Hay que cuidar la libertad en la educación y no tiene que ver sólo con las normativas que la vigilan, que deben garantizar libertad y autonomía (cuanto más hay que vigilar la libertad, más sospechosa es de no serlo).
Atentar contra la autonomía de la educación no es bueno, depositar en el MEC la facultad de elaborar el Plan de Política Educativa Nacional es llevar la educación al terreno de la política partidaria.