Posturas
¿Qué rostro(s) tienen nuestros pasos?
“La virulencia de la cultura de la violación y la expansión de la violencia feminicida reactiva nuestro estado de alerta. Ellas, las que nos faltan, tienen nuestros nombres, el de la vecina, el de nuestras hermanas y madres. El duelo está presente permanentemente. Denunciamos las violencias y despojos más extremos, al tiempo que sabemos que las transformaciones más radicales están en curso, horadando las piedras”.