Las múltiples e interrelacionadas consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la pandemia de covid-19 han exacerbado las brechas de género existentes y profundizado la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas en América Latina y El Caribe (ALC).
El horizonte paritario en la política de la fuerza más grande de este país tal vez esté más cerca si seguimos entrelazándolo con las luchas por más democracia. Será seguro en paz, aunque no será posible sin conflicto.
En el confinamiento se multiplicaron las horas de trabajo no remunerado, el sistema de salud y el educativo se apoyaron en la espalda y en las oportunidades de las mujeres.
La crisis desatada por el coronavirus supuso un aumento de la violencia de género, más pobreza y nuevas barreras en el acceso a la salud sexual y reproductiva