OSE recibió dos ofertas en el marco de la licitación de la nueva planta potabilizadora de Arazatí, en el departamento de San José. Se presentaron dos consorcios: uno llamado Grupo Arazatí, integrado por Teyma Uruguay y Compañía Electrónica Industrial, y otro bajo el nombre de Aguas de Montevideo, conformado por Saceem, Berkes, Ciemsa y Fast. Durante una conferencia de prensa, el presidente de OSE, Raúl Montero, manifestó que “son empresas que han trabajado con el organismo” y que eso les da “tranquilidad”.
De acuerdo al jerarca, decidir a cuál de las empresas se va a adjudicar el proyecto puede llevar entre 60 o 90 días, aunque “tratarán de acortarlo” lo más que puedan. En cuanto al tiempo en que puede llegar a estar pronto el proyecto, apuntó que “depende del plazo de construcción y puesta en marcha, seguramente lleve más de dos años”. Por otra parte, la vicepresidenta de OSE, Susana Montaner, afirmó que el objetivo del proyecto Neptuno es “asegurar el abastecimiento de la zona metropolitana”. Según ella, se asegurará el abastecimiento de “1.800.000 uruguayos, el 60% de nuestro país”.
“Esto es un paso muy importante para dejar una obra encaminada. Ojalá pudiéramos dejarla terminada, pero los tiempos son los tiempos, para que quienes continúen con el organismo no se encuentren con la situación que nos encontramos nosotros”, apuntó Montaner. Por otra parte, el subsecretario del Ministerio de Ambiente, Gerardo Amarilla, señaló que es “fundamental garantizar el acceso al agua” y que “había un compromiso preelectoral de [crear] una fuente alternativa de agua potable al Santa Lucía”.
Consultado por la prensa sobre el argumento de que el proyecto Neptuno privatiza el agua, Montero afirmó que “no es una privatización” ya que “el suministrador del servicio de agua potable va a seguir siendo OSE”: “Nosotros no estamos comprando agua, estamos pagando por disponer de una infraestructura que va a producir agua potable para la zona metropolitana”, explicó. En ese sentido, planteó que “la Constitución dice que el agua es un derecho fundamental” y que la obligación de OSE “es mantenerla”. Sobre la posibilidad de que haya una reducción de la factura de OSE en el área metropolitana, dijo que “es un tema muy delicado”: “Acá estamos en una causa de fuerza mayor, no me cierro a considerar, estoy enfocado en conseguir más agua”, indicó. En cuanto a la posibilidad de que el pago de la gente se sustituya por dinero de rentas generales, planteó que “estamos hablando siempre de la misma plata, plata de la gente”.
En ese sentido, planteó que se le estaría pidiendo “a la gente de Rivera y Cerro Largo que pague un problema que hay en Montevideo”. Además, cuestionó que sea “un buen mensaje” decirle a la gente que no se va a cobrar agua cuando se quiere “que se gaste lo menos posible”.
También se refirió a la posibilidad de utilizar plantas desalinizadoras y comentó que el ente apunta a tres. Una que donó UPM y con la que contarán “en pocos días”, otra de UTE y la tercera “se ha gestionado a través de UTEC”. Sobre la última, señaló que tuvieron dificultades para traerla porque “está montada sobre un contenedor que hacía imposible que se pudiera traer en los aviones a los que teníamos acceso. La planta va a demorar unas cuatro semanas en llegar”.
Explicó que la idea es instalar las plantas en lugares estratégicos, por ejemplo, “cerca de hospitales o centros de enseñanza importante”. “Otra idea es instalarla al lado de un depósito importante para nosotros, sacar agua con ciertos contenidos de sal en un depósito y cargar de agua dulce en otros”, planteó.
“Un pésimo negocio para el Estado y para la OSE”
Un grupo de integrantes de la Federación de Funcionarios de OSE (FFOSE) se movilizó dentro y fuera del edificio de OSE en el barrio Cordón, desde este mediodía, en protesta frente a la presentación de las ofertas. A partir de las 10.00 el sindicato hizo un paro general en el área metropolitana.
En diálogo con la prensa, el presidente del sindicato, Federico Kreimerman, dijo que su objetivo es que el proceso licitatorio del proyecto Neptuno “se suspenda” y ese es el motivo de las medidas. “Esto es un pésimo negocio para el Estado y para la OSE que vamos a terminar pagando todos. En plena crisis hídrica esto no es ninguna solución, es un proyecto para dentro de tres años”. Según él, hicieron esos planteos al directorio, pero no tuvieron respuesta.
En cuanto a la movilización en el edificio del ente estatal, dijo que buscaban ser recibidos por el directorio y que les den “una respuesta sobre por qué prosiguen con un negocio que no soluciona en nada el problema”. Durante la concentración, los manifestantes ingresaron al edificio y golpearon con bidones las paredes y el suelo, reclamando ingresar a la sala donde se llevaría a cabo la apertura de ofertas.
Lo mismo ocurrió en la puerta de ingreso del edificio por la calle Soriano, donde los asistentes, al ritmo de golpes de bidones y cantos en contra de la privatización del agua, reclamaron entrar a la reunión. Cerca de las 14.00 la Guardia Republicana llegó al lugar y se vivió un momento de tensión en el que la Policía impidió el ingreso de los manifestantes al edificio, pero las confrontaciones no se agravaron.
El cierre del llamado a interesados inicialmente estaba previsto para el 4 de mayo, pero a mediados de abril la gerencia general del ente público informó de su postergación.