En 2022 llegó al rincón de series exclusivas de DirecTV una comedia acerca de una girl band del cambio de siglo que había tenido sus 15 minutos de fama transitando el camino típico de los fenómenos prefabricados y se había separado después de que una de sus integrantes decidiera emprender una carrera solista cuya fama pudo medirse en segundos.

La historia comenzaba 20 años después de la separación, cuando un rapero sampleaba parte de uno de sus hits y las presentaba a una nueva generación. La posibilidad de hacer coros en el programa de Jimmy Fallon hace que las cuatro sobrevivientes de Girls5Eva (la quinta tuvo un accidente con una piscina infinita) se reencuentren, cada una de ellas muy distinta a la última vez.

Una había perdido su figura marketineable, pero se había liberado de las necesidades de presentarse como heterosexual; otra todavía gozaba de cierta tracción por haberse casado con el miembro de una boy band aunque la relación ya era más transaccional que afectiva; la tercera se había convertido en madre trabajadora, alejada de todas las luces; la última, la solista, construyó una vida más falsa que la que mostraba dos décadas atrás.

La primera temporada las seguía mientras buscaban pegar un nuevo éxito en la era del Tik Tok, con letras (ahora escritas por ellas) muy diferentes a los temas frívolos y carentes de sensibilidad de género de su primera etapa. La segunda temporada las presentaba en modo álbum, intentando grabar temas para recuperar relevancia, o tenerla por primera vez.

La serie creada por Meredith Scardino pasó bastante desapercibida y la plataforma Peacock decidió no continuar bancándola, pero Netflix la sumó a su catálogo y se propuso estrenar una tercera temporada de seis episodios, que ha puesto a Girls5Eva en boca (bueno, en ojos) de una audiencia global.

En esta temporada, hubo una curva de construcción de los personajes y afinación del humor. La serie tenía personajes entrañables y despertaba risas, pero no lograba elevarse por sobre el pelotón de comedias. Con el correr de los episodios todo se fue ajustando y los guiones ganaron en esa confianza de tomar al mundo de la música, pasado y presente, y burlarse de lo más querido y lo más odiado.

Al mismo tiempo, y sin llegar a ser la redondísima Crazy Ex-Girlfriend, sus creadores fueron agregando instancias musicales, a veces con temas completos y a veces con unos pocos segundos de una supuesta pieza de cuando eran jóvenes que funciona en varios niveles. Sara Bareilles sigue siendo el alma, Renée Elise Goldsberry sigue siendo la diva, la siempre graciosa Paula Pell suma grandes momentos, pero la gran revelación en las tres temporadas es Busy Philipps. Conocida por series como Dawson’s Creek o Cougar Town, la actriz termina de coronarse como fuerza cómica desde un rol secundario, por sus tonterías, pero también por el humor físico, que incluye un rango enorme de expresiones.

Esta última tanda las presenta al comienzo de una gira por Estados Unidos, y sigue ese electrocardiograma de las comedias: cuando les está yendo demasiado bien, algo las hará caer, y también al revés. Además. aumenta la cantidad de lenguaje vulgar, como guiñada a un público más adulto (en edad biológica, no mental).

Entre tantas cancelaciones de series, Netflix se mandó una resurrección que no solamente permitió que esta comedia con música llegara a millones de televisores, sino que la consolidó como una de las series que se pueden recomendar si ya viste joyas como Community, 30 Rock, Veep o Arrested Development.

Girls5Eva, tercera temporada. Seis episodios de 25 minutos. En Netflix.